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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Durante la ocupación de Francia por las tropas alemanas, un anciano y su sobrina deben compartir alojamiento y convivir con un afable oficial nazi. (FILMAFFINITY)
23 de marzo de 2011
36 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
84/27(18/03/11) Fascinante ópera prima del iconoclasta Jean-Pierre Melville. Una obra que es casi teatro y en la que apenas dos personas hablan, es una extraña cinta que nos habla del entendimiento de los pueblos en las condiciones más adversas. Se desarrolla en una casa de una villa a las afueras de París durante la ocupación nazi, esta vivienda está ocupada por un francés (buen Jean-Marie Robain) y su sobrina (correcta Nicloe Stephane), en ella se instala a la fuerza un teniente alemán, un idealista Werner von Ebrennac (Soberbio Howard Vernon), que en la vida civil era músico, la forma de combatir al invasor del tío y la sobrina es no dirigirle la palabra, a pesar de esto todas las noches va a la salita donde están ellos, y se esfuerza, de modo muy educado, por hacerles entender que los alemanes no son el enemigo, les suelta soliloquios sobre la forma de entender el mundo que tiene, habla de cómo la cultura puede unir a las naciones, les dice que ellos no han venido a destruir si no a sumar y hacer renacer Francia. El film está basado en una novela de Jean Marcel Bruller publicada en 1942 en Francia bajo la ocupación, lo hizo con el seudónimo Vercors, cuento un hecho real que le ocurrió al escritor, como curiosidad está rodada en el interior de su casa, donde sucedieron los acontecimientos. Melville dota al relato de una atmósfera asfixiante, impregnada de un sórdido pesimismo, donde los monólogos de Werner poseen en eco doloroso, nos penetra su pasión, su sentimiento, sus argumentos rebosan emoción y están inundados de un optimismo utópico. La cinta te deja huella por el uso del silencio, te angustia el no escuchar al tío y sobrina, de, el que no hablen a alguien tan amable y que la única respuesta que tenga sea el doloroso tic tac del reloj, esta forma de que el invasor sea el agredido por el invadido resulta turbador, como se puede sentir lástima por un nazi, sentimos su conmovedora soledad, esto hace que nos cause empatía, pues parece ser puro de corazón que no sabe realmente en que está metido. Es una cinta donde se le da la vuelta al estereotipo de nazi, no se le caricaturiza, se le dota de sentimientos para de esta forma poder confrontarlo con la desgarradora realidad y de este modo el mensaje llega diáfano. Reseñable para entender la personalidad del teniente es su analogía que hace con la situación al contar la historia de Bella (Francia) y Bestia (Alemania), el autoengaño de muchos alemanes. Recomendable a todos los que gusten de un notable drama original y minimalista antibélico. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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