168/03(06/10/15) Film de Nicholas Ray sobrevalorado alser el que creó al Mito James Dean, con icónica figura de joven rebelde, con tupé, con vestimenta de colores de la “Barras y Estrellas”, cazadora roja, camiseta blanca (entonces líder de ventas en USA) y pantalones jeans azules, se estrenó la cinta el 27 de octubre de 1955, ni un mes había pasado del letal accidente que sufrió James Dean, estableciendo a sus eternos 24 años aquella máxima que se le atribuye erróneamente de <Vive rápido, muere, joven y deja un bonito cadáver>. Cinta machacada por el tiempo, pero como los cuadros de pintor fallecido su valor se multiplica, aquí la muerte del protagonista la atomizó. Hay que contextualizarla en su tiempo, analiza el fenómeno de la rebeldía juvenil en USA post-WWII, la juventud parecía haber perdido referentes, adolescentes sin objetivos en la vida, volcaban en su rebeldía conflictiva sus frustraciones, presentándonoslos como confusos, violentos, y sobre todo nihilistas, a esta década pertenecen films con temática similar como “Salvaje” (1953) o “Semilla de maldad” (1955). Busca posibles raíces en las complicadas relaciones paterno-filiales, intenta dar esperanza encontrando salida en la comprensión y el cariño de los padres a los hijos. Explora esto de un modo un tanto superficial en tres formas de convivencia de los tres protagonistas. La trama peca de apresurada, de arco de desarrollo de personajes incoherente hasta chirriar, confunde en algunos casos la rebeldía con el infantilismo hastiante. Con lo deficiente dicho es un film con puntos en valía, pero lastrada por una atropellada construcción de la trama.

La Warner compró los derechos del libro (1.944) del psiquiatra Robert M. Lindner "Rebel Without A Cause: The Hypnoanalysis of a Criminal Psychopath" (Rebelde sin causa: El hypnoanálisis de un psicópata criminal), se intentó llevar al cine en 1947 con Marlon Brando de protagonista, para la que hizo 5 minutos de prueba, se desechó, en la década de los 50 se desempolvó el proyecto, solo cogería el título del libro, el guión sería original de Stewart Stern (“The ugly american”), desarrolla argumento original de N. Ray, adaptado por Irving Schulman (“Baby Face Nelson”), sobre una historia de Nicholas Ray. Analiza la etapa de la vida en que se forja la personalidad, la personalidad se está moldeando, un complejo tiempo, de dudas, confusiones, vaivenes, obsesiones, despertar sexual, y muchos errores, se hace ver que los problemas de esta juventud son fruto de su relación con los padres, se nos habla del desencanto de una generación que se siente incomprendida, bullying o acoso escolar, de la delincuencia juvenil, de las frustraciones sexuales que remanecen del personaje “Platón”, claramente gay, esto se contrapone a los vicios de nuestra sociedad con su doble moral. Se tocan temas como la amistad, el amor, el odio, la rebeldía ante la autoridad, la violencia como modo de escapar a la rutina, la inseguridad del adolescente, la soledad, la dignidad, la inmadurez, la incomprensión, la angustia vital, ello pintando una sociedad opresiva en la que estos chicos están huérfanos de referentes sólidos, retratando una juventud infeliz.

Todo esto comentado queda bastante arrugado por el paso del tiempo, igual en su momento impactó, hoy día al film le cuesta mantener un desarrollo con tanta incongruencia orgánica en el argumento, quedan unos personajes un tanto artificiosos, forzados, incluso simplistas en su rebeldía rancia, llegan a ser bocetos de lo que pueden dar. Quedan situaciones que suceden de modo trepidante que no resultan verosímiles, sostenida la trama a base de multitud de casualidades, restan veracidad con el comportamiento desproporcionado de los protagonistas (spoiler), siendo coronado todo por un final estridente (spoiler).

La puesta en escena resulta notable, con gran empleo de los espacios exteriores, con esmerado diseño de producción de Malcolm C. Bert (“Al este del Edén”), rodando en escenarios naturales de L.A., Calabazas, Hollywood, Santa Mónica y en platós de Warner Studios (Burbank, CA), el Dawson High School, en realidad es el de Santa Monica High School, la mansión y la piscina que aparece hacia el final es el mismo decorado que se utilizó para la residencia de Norma Desmond en “Sunset Boulevard”, esto realzado por la cromática fotografía de Ernest Haller (“Lo que el viento se llevó”), en color (warnercolor) y Cinemascope, de tonalidades saturadas, con notorios contrastes lumínicos, con profusión de plano holandés (tomas oblicuas), para enfatizar confusión y tensión dramática, se suma una remarcada música de Leonard Rosenman (“Barry Lyndon”), demasiado intrusiva, como queriendo empujarte emocionalmente, con disonancias manipuladoras, queriendo rellenar la debilidad del guión.

James Dean realiza una actuación vibrante, la fuerza del film, motivo por el que merece verlo, con lenguaje gestual y físico extraordinario, aunque tenía 24 años da muy bien con el candor del Jim de 17, desborda mundo interior, de mirada profunda, impregnando de energía su rol, con un carisma que traspasa la pantalla, emite emociones, desarrollo, angustia, tormento, ilusión, frustración, rabia, una intensa interpretación, que a veces puede rozar el histrionismo, pero su rol puede serlo en su rebeldía, no como en “Al este del Edén” que resulta desatado en su sobreactuación, aquí ha mejorado y dosificado su adrenalina, con momentos donde el ardor apabulla, maravilloso momento que se restriega la botella de leche sobre el rostro, seguro improvisada. Sal Mineo (16 años)en su debut en cine realiza actuación compleja de la que sale airoso, desequilibrado chico con traumas sexuales (en su taquilla tiene foto de Alan Ladd, claro de es gay) y familiares (sus padres le tienen abandonado), se encapricha de Jim, incluso insinuándosele, sus traumas le atormentan, denota desvarío mental, poseedor de una sonrisa bipolar singular, su actuación le valió nominación al Oscar secundario.... (sigue en spoiler)