Bestial película. La mitad de la gente que la adora tiene el cuajo de decir que las películas de Disney son ñoñas porque salen animales parlantes y tienen moraleja al final. Y luego, con todo el jeto, te sueltan que lloran como magdalenas cada vez que en Navidad, se tragan con la parentela "Qué bello es vivir". Que no digo que sea criticable, vamos. Tú tienes derecho a llorar con lo que te venga en gana. Pero luego no me digas que "El rey León" es una moñada cuando comparada con la de Capra parece la séptima de "Saw".

Naturalmente, "Qué bello es vivir" se emite en Navidad. Sólo el exceso puede contrarrestar el exceso y de este modo se evitan muertes familiares en el difícil tránsito digestivo que sigue a la comilona propia de esta jornada. En cualquier otro momento del año, esta película sería una barbaridad y una bobada de muy mal gusto. ¿Qué porqué? Pues mirad, tenemos a un clásico protagonista PP (Pánfilo & Pringado), que, digámoslo finamente, es más o menos un puto santo. Como este mundo es cruel, al hombre le da por saco la vida cosa fina y se encuentra en un momento dado a punto de poner fin a su vida, no por causas egoístas y católicamente deleznables, por supuesto, sino por no perjudicar con su mísera existencia a su adorable familia.

Ahora una pausa de reflexión en la que pondremos lo siguiente: James Stewart - santo seglar - ayudado por un ángel.

Válgame la redundancia.

Bueno, llegados a cierto punto de la película, existen dos tipos de públicos: los que vomitan y los que regurgitan. Normalmente predomina el segundo de los tipos. Como estos ya están servidos, ofrezco un apoyo moral a los primeros, con los que me identifico al cien por cien. Para la próxima vez que en una velada postnavideña os obliguen, amigos míos, a tragaros "Qué bello es vivir" os recomiendo los siguientes antídotos:

- Leer la hilarante (y terriblemente acertada) crítica de la señorita mantis.
- Hacer hincapié en el hecho de que Clarence, el ángel de marras, es un puto interesado que quiere conseguir las alas, que si no al James que le fueran dando.
- Que en un futuro, san James Stewart mandará a sus padres a un asilo y de ello se hará una película mucho más emotiva, sincera y sobre todo, bella, que se llama "Dejad paso al mañana".
- Y recuerden amiguitos, que vivir tiene más que ver con el vello que con lo bello.