Pequeña decepción con esto nuevo de Pixar. No por su tono marcadamente más infantil que en otras películas, sino por su falta de coherencia interna que nos lleva de una buena historia -la del conflicto materno-filial entre una princesita rebelde y una correctísima madre- a una refrita fábula de fantasía que no cuaja ni muestra un solo ápice de originalidad y/o personalidad, recordando evidentemente a la reciente 'Rapunzel' y no sólo por la indomable cabellera de la pelirroja protagonista.

A ratos es un Pixar, a ratos es un Dreamworks en su vertiente más trillada, 'Brave' es quizás la muestra más pura de los dos impulsos contrapuestos de la compañía de Lasseter, es decir por un lado la capacidad de hacer cosas grandes, emotivas, para -de verdad- todos los públicos y por otro el peaje de complacer al público infantil, en esta película esta lucha se hace dolorosamente evidente y no cuaja.

Aun así muy entretenida pese a sus desequilibrios y con algún hallazgo - los trillizos son la bomba - más la siempre agradecida recreación animada de una Escocia más bella y mítica que nunca. Puede que alguno la aplauda con el ya consabido subterfugio de 'la obra menor', pero todos queremos ver a Nadal ganando Roland Garros...no compitiendo en la liga del pueblo.