Bueno, aquí estamos. He dejado reposar la película una semana. Me he dado tiempo para leerme el maravilloso relato de Ted Chiang “La historia de tu vida” en el que se basa "Arrival". Parece que va ser la controversia de 2016. Bodrio pretencioso o genialidad de Villeneuve

Yo afirmo que genialidad, entendiendo perfectamente al que no le haya entrado lo más mínimo. De verdad, lo entiendo, de hecho, a mí tampoco me ha hecho gracia la trama política/militar añadida al relato original.
Para esta historia Villeneuve ha quitado la parafernalia pirotécnica que suele rodear al CristophismoNolinismo y ojo que no lo escribo despectivamente. Me flipan los Nolan, con sus virtudes y defectos, pocos dentro del cine comercial te plantan una peli de 3 horas de calidad y sin un minuto de aburrimiento.

Pero para disfrutar la cinta tienen que darse alguno de los siguientes casos:

Te tiene que gustar el género, o mejor dicho el subgénero “Contactos”. Y no solo “Contact”, “2001” o “Encuentros en la tercera fase” sino genios como Stanislaw Lem, el autor de Solaris, que dedicó gran parte de su obra a escudriñar las posibles consecuencias del contacto (y no entendimiento) con otras razas alienígenas, ejemplos que van desde lo perturbador a lo descorazonador en obras como la propia “Solaris” o “Fiasco”.

No te debes enervar con el desenlace. NO ES UN PRETENDIDO FINAL SORPRESA, eso se lo han inventado los críticos. Ni el relato ni la película pretenden que lo sea. Está bien claro desde el principio, y si te coge por sorpresa, pues mejor para ti.

Tienes que tener curiosidad o paciencia…o que te gusten las notas de cuerda del precioso principio y fin de película.

La clave es entender el tipo de conciencia que podríamos percibir de algún modo que se nos escapa. Observamos una realidad de forma limitada ¿desarrollaremos algún mecanismo para poder cambiar y subir un nivel en nuestra concepción del cosmos? El día que nos encontremos con otros seres muy posiblemente no nos podamos entender o tal vez nos ayuden a cambiar nuestra forma de ver. Será el siguiente paso evolutivo, pasaremos de escuchar solamente un instrumento a percibir toda la banda sonora de nuestras vidas.

Ah, se me olvidaba… esos alucinantes minutos “made-in” Kubrick en los que se introducen por primera vez en el artefacto…