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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
3
Terror Cindy y Lucy son dos chicas de dieciocho años a punto de ingresar en la universidad. Pero antes deben cumplir un ritual, y para ello han de nadar a través de la cripta de una iglesia abandonada. El crucufijo de Lucy cae al agua y se hunde hasta el lugar donde yace un ancentral vampiro llamado Czakyr. El vampiro vuelve a la vida y su principal anhelo es la virginal sangre de Lucy. (FILMAFFINITY)
11 de julio de 2017
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Children Of The Night” (1991) de Tony Randel con Ami Dolenz, Evan MacKenzie, Karen Black, Peter DeLuise, Garrett Morris, David Sawyer, entre otros. Película de terror sobre vampiros que infestan un pueblo, esclavizando a los niños; por lo que el profesor de una ciudad cercana, tratará de rescatar a la joven virginal que provocó que el antiguo vampiro, Czakyr, despertara. “Children Of The Night” (1991) fue la primera gran producción de la revista especializada FANGORIA, con un ajustado presupuesto, de tan solo $1 millón, estrenada internacionalmente en VHS, gracias a Columbia Pictures, siendo comercialmente bien recibida en el mercado doméstico. Técnicamente, rodada en interiores, el director monta la película a base de escenas nocturnas, como no podría ser de otra manera en el mundo vampírico, y logra una ambientación extraña, por medio de luces y sombras. En el fondo, hay una crítica al celibato sacerdotal, y al fanatismo religioso, la amistad que trasciende estados, la voluntad, y un “ajuste de cuentas” en la figura del afroamericano, que borracho, se da gusto matando vampiros blancos, con una cruz iluminada, al mejor estilo KKK, todo un reclamo muy sutil. Del reparto, supongo que Karen Black y Peter DeLuise fueron el gancho comercial, pero en general, todos están planos, malos en la interpretación, pero cumplen con una propuesta sin registros elaborados, más allá de correr, luchar, gritar o morder. Los efectos especiales visuales, son cutres, vemos mucho látex y prótesis, siendo allí donde demuestran el escaso presupuesto, sobre todo en la ortodoncia vampírica, más cercana a los ingleses. Mención especial al modo de “dormir” de los vampiros, que ya no es en un ataúd, sino en una cama o en una bañera, sumergidos en agua, y con los pulmones fuera del cuerpo, algo original; que sin embargo no lo explican, dejando muchos nudos argumentales sin desatar. La película adolece de escenas sexuales, solo mantiene algunas palabras “soeces” que ahora son de uso regular, y algo de violencia, pero no tan explicita como se podría mostrar ahora, e irónicamente, hay poca sangre… Este fue un filme que quise revisar, pues en su momento fue una película muy comentada para bien, toda una sensación en las tiendas de vídeo, como referencia del cine de terror blando para adolescentes, y eso se agradece; además contiene gotas de comedia propia de la época: “Mi cliente tiene derecho a una indemnización, por el dolor y el sufrimiento”
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en el blog Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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