Entré en la sala con ciertas dudas por si me iba a encontrar una de niñas secuestradas al estilo de la de Denzel Washington y el esforzado exmarine que todo lo puede, pero eso me extrañaba en Phoenix así que me animé. No conocía al director, ahora sé que directora.
Al principio la película no te pilla, pero así funciona esta señora tan especial que es Lynne Ramsay, esa es su estrategia, su mundo y su cine. Llegados a un punto culmen de la historia de repente todo cambia y el film te engancha definitivamente. El ritmo sigue siendo pausado y las coordenadas cinematográficas siguen fijas aunque todo haya girado. Ahí empezamos a darnos cuenta de que estamos viendo una de la 'premier league' y empezamos a disfrutar. La Ramsay sujeta a Joaquin y no le permite ni el más ligero histrionismo. La música y más la banda sonora ayuda mucho para tenerte atrapado. Las secuencias son deliberadamente lentas o mejor dicho propiamente espaciadas. No nos ofrecen los detalles acostumbrados sino otros más reales y desusados. Hasta los flashbacks, tan peligrosos, parecen esenciales y bien traídos. Al final la historia no importa mucho, como en cualquier buena película, importa la obra en sí, el conjunto de lo que hemos visto y oido.
Y como otros grandes artistas, esta mujer es capaz de ofrecernos una película violenta con el buen gusto y la habilidad de no mostrar una violencia explícita.
Dicen de Lynne Ramsay que sus películas están marcadas por una fascinación hacia los niños y jóvenes y los recurrentes temas del dolor, la culpa y la muerte y sus secuelas. Que tienen poco diálogo y poca exposición explícita de la historia, y que en lugar de ello ofrecen imágenes, detalles, música y sonido para crear su mundo.
No puedo estar más de acuerdo, esas tres líneas definen mucho mejor que yo esta película en concreto.
Que nadie se confunda, es una película británica, sería la aguja en un pajar si fuera norteamericana. Aunque me despertaba grandes concomitancias con un yanqui tan grande como David Lynch, quien creo que hubiera firmado encantado esta obra.
Veo una película de esta categoría de cada veinte veces que voy al cine.