Notable film de Aronofsky, poseedor de todos los condimentos para perdurar en la memoria y en el tiempo, con imágenes imperecederas, estilizadas gracias a una gran dirección y a una mejor fotografía.

Las actuaciones son impresionantes, Portman sobresale y te deja la sensación de que no podrían haber conseguido a nadie mejor para ese papel, Kunis y Vincent Casel excelentes, Winona Ryder en un corto rol secundario, lleno –a mi gusto- de ironía ya que interpreta a la bailarina principal en decadencia, el cisne viejo, el ayer. Si la película se habría rodado hace 10 o 15 años Winona habría sido el cisne principal, tanto por capacidad histriónica como por biotipo.
La música de Clint Mansell es preciosa y combina de un modo natural con la de Tchaikovsky.

El guión es abrumador y me hace recordar al Gregorio Samsa de Kafka en “La metamorfosis”, un personaje que un día despierta transformado en un insecto, y que se puede interpretar como una crítica hacia una sociedad autoritaria, hacia el individuo diferente, donde este queda aislado e incomprendido ante una maquinaria institucional abrumadora y monótona que ni él comprende ni esta lo comprende a él.
Tal vez tenga imágenes un tanto fuertes para estos tiempos (si es que las hay), pero no tengo dudas de que envejecerá como un buen vino y alcanzará esa “perfección” soñada por su protagonista.
Dr. Juventus