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España España · Valladolid
Voto de Quiscol:
9
Drama Ben (Viggo Mortensen) es un hombre que ha pasado diez años viviendo en los remotos bosques situados en el noroeste de los Estados Unidos criando a sus seis hijos, varios de ellos junto a su mujer. Aislados totalmente de la vida moderna, de las comodidades de las ciudades y de la sociedad de consumo, Ben es un padre devoto que ha inculcado en sus hijos una peculiar forma de pensar y vivir la vida. Sin embargo, una trágica noticia hace ... [+]
29 de septiembre de 2016
35 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ser diferente no es malo. Sólo resulta complicado mantener la distancia con el común. Ser igual que la mayoría tampoco es intrínsecamente bueno, ser como los demás no tiene que ser algo favorable. Cada uno es como es y cualquier tiene cosas positivas y negativas, que suelen ser las mimas. No podemos pensar que por salirnos de unos cánones somos mejores o peores que los demás. En algunos aspectos la originalidad es muy valorada. En otros casos disimular nuestra presencia en el conjunto monocromo se considera la máxima aspiración.
Las diferencias deberían ser buenas y estar valoradas. Esta valoración se trunca por la desconfianza de los que no las aprecian; un comportamiento distinto al esperado, levanta suspicacias a los envidiosos, a los poco empátícos, a los inflexibles, a los que no son capaces de ponerse en la piel de otra persona. El problema no es la persona que no es como las demás, sino los prójimos que no son capaces de respetar las diferencias, ya no digamos de valorarlas positivamente.

Además de nuestra individualidad, diferenciadora por definición, está ese modo de vida distinto del que deciden participar un grupo de personas, una comunidad. Ahí es donde se les empieza a considerar peligrosos para sí mismos y para los demás. Ahí es donde la maquinaria social pone en marcha toda su potencia para aplastar o para acorralar en un redil sin escapatoria al grupúsculo que se destaca, al que alza una voz disonante en el coro social que componemos entre todos. De esta forma surgen las leyes que intentan preservar nuestra forma de vida, de protegernos frente a los diferentes. Mentira. Las leyes preservan y protegen la forma de vida de los que mandan, que suele coincidir con la forma de vida de los poderosos. De esta forma surge el estado, que se erige en protector de unos valores ensalzados como comunes y que permiten ese arropo social del grupo por el que nos sentimos protegidos de nuestros propios miedos. Porque vivir diferente es vivir libre de miedos, es alcanzar plenitud interior y con el entorno, es cuando la sinceridad te hace ver un mundo más real y más cercano, es sobrevolar por encima de tus propias aspiraciones en favor de las del grupo.

Me apetece citar muchas frases de esta película. Esta es una de ellas: "Si asumes que no hay esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidades para cambiar las cosas, entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir a conseguir un mundo mejor. Esa es tu alternativa". Confieso que he tenido de consultar quién es Noam Chomsky: un lingüista, filósofo y teórico de la izquierda en Estados Unidos, que se convierte en protagonista indirecto de una película comercial. Hasta el punto de que la familia alternativa de Captain Fantastic celebra su onomástica en lugar de la Navidad. Todo te descoloca en esta película: el modo de vida familiar: armonioso, ligeramente castrense, instructivo, saludable, agreste, sangriento, estudioso, musical; la forma de ganarse la vida; el aprovechamiento del tiempo una vez que te alejas de la televisión y de otras tecnologías modernas; la formación de izquierda radical (podía haber sido de otro tipo); el contacto sorprendido con el resto del mundo.

Esta continua sorpresa e inquietante descolocación es la que te atrapa en su bucle, hasta hacerte desear ser actor principal de uno de esos modos de vida diferente, querer echarte al monte y cambiarlo todo, desear ese espacio libre de miedos, de angustias y de obsesiones que te permita saborear la felicidad.
Magnífica película para la reflexión, a la que le pueden sobrar los dos minutos finales de rendición.
Quiscol
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