Haz click aquí para copiar la URL
España España · valencia
Voto de el feroz:
10
Western Estado de Wyoming, a finales del siglo XIX. Shane, un hastiado pistolero, llega a la granja de los Starretts, un matrimonio con un hijo que, al igual que los demás campesinos del valle, se encuentra en graves dificultades, pues el poderoso ganadero Rufus Ryker pretende apoderarse de sus tierras. Cuando Ryker se entera de que Shane es un hábil pistolero, le propone que trabaje para él. Ante su negativa, contrata a Jack Wilson, un ... [+]
24 de enero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se dice que "algo tiene el vino cuando se le bendice". Shane es una de esas películas cuyas bondades no se describen centrando críticas en tal o cual aspecto, sino que simplemente, se aprecian a través de una especie de "sexto sentido" que tiene mucho que ver con el mundo interior del espectador, algo muy parecido a lo que sucede con las artes plásticas.
George Stevens fue siempre un gran director de sentimientos poderosos, pero íntimos, que jamás caían en la trampa del empalago ("serenata nostálgica) o grandiosos y expeditos pero sin el ridículo de los excesos ("gigante")
Anticipándose al espíritu de ésta última, Stevens vuelve a poner en fotogramas grandes retazos de grandes hechos. Y en concreto, los más significativos del devenir histórico de los Estados Unidos: Lucha de ganaderos y granjeros en ésta, frente a la de "grandes ganaderos" y petroleros en aquélla.
Para ello, Stevens orquesta una historia en la que el más puro epicismo histórico, se une a la exploración de los íntimos sentimientos encontrados, con tal maestría que el uno no se entiende sin la otra.
Shane, cuyo título original, subraya el espíritu evocador que destila la película, con más precisión que el que le pusieron las distribuidoras españolas ( para mi gusto) funciona a la perfección, no por su fotografía, ni por su argumento, ni por la elección de los actores, ni el aprovechamiento de los paisajes, ni por los diálogos, sino por una extraña, pero muy explicable sinergia entre todos estos componentes que se unen para crear magia en el más puro sentido cinematográfico. Al ver "Shane" y más aún cuantas más veces se la haya visto, se tiene la impresión de que la película "se escapa de las manos", como si lo creado, por una vez, superase las intenciones, evocando y produciendo emociones que van más allá, incluso de lo pretendido. Pero, justamente en eso consiste la magia: en lo indescifrable. Una magia que adquiere su máximo nivel de belleza crepuscular, cuando un sobrio (y por eso doblemente magnífico Alan Ladd) cabalga lejos del hogar deseado hacia un horizonte tan grandioso como inapelable, en bellísimo tecnicolor. Y todo ello, con una de las partituras ( The call off the faraway hill) de Victor young, más bellamente evocadoras jamás compuestas para el cine. Los pelos de punta..oiga. Obra maestra.
el feroz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow