Película basada en un hecho real, conmovedor e inspirador al mismo tiempo, con un personaje principal que conquista desde el primer instante por su carisma.
Se presenta de una forma sencilla y desenfadada, en ocasiones peca de simplificar en exceso los personajes, pero eso es lo de menos, la historia y vivencias del personaje principal a pesar de resultar previsibles, llegan a conquistar al espectador.
Destaca la amistad que surge entre los dos protagonistas, como uno apoya y ayuda al otro, logrando de esta manera ayudarse a si mismo.
Cuenta con momentos verdaderamente emotivos, que quizás pecan de ser forzados y de buscar la lagrima fácil, pero se le perdona.
Destaca la interpretación de Ed Harris como entrenador y apoyo del personaje principal, interpretado por un Cuba Goding Jr, que sobreactúa y no llega a convencer en su papel. Se dice que en la gala de los Oscar el papel de personajes con retraso, ayuda a ser candidato, pero es necesario, no parecer tonto por completo y en eso Cuba Goding Jr., falla.
Por encima de algunos flecos negativos, como el tratamiento simple de personajes y lo previsible de algunas situaciones, queda la belleza y calor, de una historia digna de contar.