Haz click aquí para copiar la URL
España España · Estepona
Voto de Juan Diego:
8
Drama Para poder escapar de un campo de concentración, una mujer desesperada acepta casarse con un pescador de una pequeña isla llamada Stromboli. Pero escapar de una prisión la lleva al final a meterse en otra, y su vida en la isla es también una condena. (FILMAFFINITY)
12 de junio de 2012
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si prescindimos del sentido alegórico de las obras artísticas en general, no sólo en el cine, nos veremos irremediablemente abocados a eso que yo denomino: “la banalización del arte”. Esta banalización consiste en reducir las obras a los términos más simples, algo a lo que determinadas mentes prosaicas tienden a hacer con asiduidad. Pongo un ejemplo claro de ello: si aseguramos que “El Castillo” de Kafka no es más que la historia de un hombre que no puede acceder a un castillo por ningún medio, la obra pierde todo interés y además de estar cometiéndose una injusticia con ella, se está dejando al descubierto la frivolidad de dicho juicio. Pues bien, esta disertación sobre arte que me he permitido no es gratuita, de ningún modo. Parece ser que Stromboli es una película a la que se ha acusado de banal, al tener un argumento demasiado sencillo. Nada más lejos de la realidad: Stromboli es un film cargado de metáforas, donde no sólo todo lo que se ve ha de interpretarse de manera literal sino que además hay que hacerlo de manera metafórica para poder disfrutar de esta gran película y lo que es más importante, no ser injustos con ella. En esta época de suntuosidades frívolas, esta cinta no se hubiera estrenado ni en el festival de Málaga, ya que es una película con pocos diálogos, donde prácticamente sólo hay una actriz en la pantalla, ¡pero qué actriz!, y donde todo se reduce al tormento de dicho personaje. Si analizamos la película veremos que está llena de contrastes donde dos culturas diferentes se encuentran en clara pugna: por un lado tenemos a los habitantes de la isla que emigran a los Estados Unidos en busca del sueño dorado de la diosa bastarda: la fortuna; y por el otro, a los que desean seguir viviendo en la tierra en que crecieron, aguantando los envites de la naturaleza. Digamos que están los conservadores y los progresistas, y el personaje de Ingrid Bergman, una mujer culta, hija de burgueses venidos a menos que no se resigna a vivir en la isla rodeada de paletos, pertenece a estos últimos. Durante toda la película vemos al hombre en clara pugna con la naturaleza: cuando los hombres se enfrentan al mar para pescar, cuando el volcán los obliga a huir o cuando el personaje de Ingrid Bergman intenta de modo infructuoso acallar a su naturaleza que le ordena que abandone esa cárcel donde se encuentra prisionera. Si se quiere ser justo con este film, tenemos que tener en cuenta que en aquella época no existían los Almodóvar y apenas se hacían películas protagonizadas por mujeres –o, al menos, en proporción- y mucho menos en que se denunciasen las cárceles en que vivían millones de mujeres de todo el mundo tiranizadas por un ambiente opresor y maridos déspotas. Pues ésta es otra de las muchas alegorías con que cuenta la película: la esclavitud, aunque no entendida del modo tradicional, sino una esclavitud más sofisticada y cobarde.

Se puede seguir leyendo abajo, en relidad no contiene spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Diego
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow