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España España · Madrid
Voto de GVD:
8
Aventuras Danny Dravot y Peachy Carnehan, dos aventureros que viajan a la India en 1880, sobreviven gracias al contrabando de armas y otras mercancías. Un día, deciden hacer fortuna en el legendario reino de Kafiristán. Después de un durísimo viaje a través del Himalaya, alcanzan su meta justo a tiempo para hacer uso de su experiencia en el combate y salvar a un pueblo de sus asaltantes. Está inspirada en un relato de Kipling. (FILMAFFINITY)
13 de octubre de 2007
92 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es acojonante comprobar cómo sentado en un sofá y teniendo una pantalla delante se puede llegar a ser feliz. Quizá sólo durante la duración de la película, unas horas o el día, pero la felicidad está ahí, en la pantalla. Muy pocas películas logran eso, y encontrarlas es muy difícil, pero cuando llegan a tus manos sientes como si hubieses encontrado un tesoro. Y "El hombre que pudo reinar" es un diamante en bruto.

Es una película que consigue que vuelva a ser niño, ponerme una amplia sonrisa bobalicona. Es un atajo al sentimiento, a la adrenalina. Te muestra auténticas barbaridades como asesinatos, torturas, cabezas que sirven de pelota, etc., pero te lo enfocan de tal manera que te ríes de ello, consiguen sacar la gracia de la situación, y creo que eso se debe al espíritu aventurero de Huston.

A muchos les jode que a Huston se le mitifique como aventurero, especialmente a los creen que su cine está sobrevalorado, pero creo que es imposible que alguien plasme de manera tan espontánea y auténtica esta historia sobre lugares lejanos, sobre aventura, y amistad, si no ha vivido en carne propia todas esas experiencias. Y Huston cuenta la historia tan vividamente, que me contagia esa alegría e irreverencia de los protagonistas, esos vividores a los que yo acompaño en todo momento en este viaje.

Los protagonistas están encarnados por unos Sean Connery y Michael Caine en total estado de gracia, que están más allá del elogio. Pero no sólo logran estar perfectos en sus respectivos papeles, sino que consiguen hacer que la amistad de los protagonistas sea absolutamente creíble, gracias a una química y una compenetración fabulosa. La pareja nos lleva por risas, acción, paisajes maravillosos, y se adentra en el corazón, logrando en mi caso que al final salga al exterior en forma de lágrimas.

Son lágrimas apenas reprimidas, son amargas y tristes, pero que también contienen alegría porque sé que estoy contemplando algo auténtico, de verdad. Acompañan a una canción que significa la dignidad y la amistad hasta el final, que resuena en el más profundo de los abismos y que resonará por siempre, al menos en mi memoria, por mucho que los años intenten enterrarla.

Cuando acaban los títulos de crédito el hechizo no se rompe, sigue ahí, invencible. Lo dicho, acojonante.
GVD
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