"La novia cadaver" es una de esas películas que hay que ver en una sala a oscuras. Solo así se puede apreciar mejor el detalle de una animación cuidada escrupulosamente por un Tim Burton que no sólo crea un cuento fantástico a la medida de ese universo que le caracteriza, sino que además homenajea en muchos momentos a escritores como Edgar Allan Poe. Y lo hace imprimiendo su propio sello, como es colorear el mundo de ultratumba en contraposición al blanco y negro de los vivos, dándonos a entender, según mi opinión, que a veces la muerte puede ser incluso más interesante que la propia vida.
Los personajes están perfectamente caracterizados según los actores protagonistas que les ceden su voz original (Johnny Depp especialmente) y, por supuesto, la película, pese a ser corta y entretenida, no olvida frases inteligentes y reflexivas, así como ese toque tan peculiar de humor negro propio de Tim Burton.
Para mí, una de las mejores de este director, que supera incluso a su idolatrada producción "Pesadilla antes de Navidad". Además, los números musicales se han reducido en esta ocasión, lo cual permite que la acción avance de una manera más dinámica y, al mismo tiempo, maravillar con unas canciones y una banda sonora magnífica de Danny Elfman.