Quitémosle el dinero a Grey, su edificio, sus posesiones, sus autos, el helicóptero, el aeroplano y pongamos a un mortal promedio. Es seguro que anastasia no se hubiese visto tan deslumbrada y la historia no sería tan llamativa. No sería tan Cool. Pero esta es la historia de princesas de nuestro tiempo, romance pero con dinero, sexo hardcore y sado; donde la “princesa” después de sufrir desavenencias y contrariedades, tratará de salvar a su príncipe de un oscuro pasado por medio de “la fuerza del amor”.

El morbo vende y aparejado con una historia de amor es una fórmula mágica. Por eso es que esta historia puede ser tan cursi, y más inverosímil que Blanca nieves o la Cenicienta y dejar por igual de encantadas que a las niñas de antes, a las jóvenes y a las madres de hoy. Solo cambian los valores.

A mi hermana le regalaron el libro, por curiosidad lo empecé a leer (quizás arrastrado un poco por el boom que ha supuesto en la masificación de los gustos de la gente, lo admito), ya teniendo unas 10 páginas encima, debo decir que lo abandoné totalmente, porque me pareció el tipo de historia destinada solo a atrapar y a cautivar quinceañeras inexpertas y a mujeres maduras curiosas por el erotismo y el BDSM, aburridas quizás por una vida sexual cotidiana. No se ofendan, pero eso pasa. Esta historia les ayuda mucho a fantasear, como me admitió una.

Abandoné el libro porque que su lectura se me hacía muy simplista: “Una típica chica inocente, cautivada por un guapo millonario decidida a entregarse a los placeres de este y a descubrir sus fantasías ocultas”. No solo tanto por la historia, sino que sentí que cultural y literariamente no aportaba nada este libro. Parece más cultural Harry Potter o el Señor de los Anillos. Abandoné el libro y no porque no me guste leer, pero ya estoy acostumbrado a otro tipo de literaturas, como García Márquez, Horacio Quiroga, Julio Verne, Murakami, etc. Supe que vendría la película (y tampoco es que me haya sentido movido irrefrenablemente a verla) pero no faltó la invitación de un día a cine, y me dije: “¡Pues qué carajos¡ Si no leer el libro quizás era ahorrarse una tortura literaria de 4 horas, por lo menos podría soportar hora y media y saber de qué al fin va este cuento…

En las escenas de “sexo” yo no sabía si la gente en el cine se reía por pena ajena, o porque las señoras trataban de ocultar su excitación, (y pienso que solo se puede excitar alguien virgen de porno). Supongo que las feministas defensoras de la película y el libro, alegarán que el mayor logro feminista es que Anastasia logra negociar su contrato de esclava y sumisa sexual, cubriendo de estiércol toda la parafernalia del feminismo actual.

Es cierto que el BDSM es consensuado, o debe ser algo consensuado en la práctica y en la película el hombre es claro al decirle que no la dañará, pero eso ni él mismo ni la protagonista lo prevén según la historia, tal por como muestra la trama y que ocasiona “la ruptura”. Además esto debe ser una práctica de personas maduras, pero aquí no lo son, pues él es un tipo posesivo, algo desequilibrado afectivamente por su pasado y ella un chica inexperta que se fue con un tipo y continua con él solo por el hecho de serle atractivo y millonario, así la trate como una zorra.

Esta película o la historia recurren a un cliché clásico en los deseos o ilusiones de una mujer típica: Conocer a un hombre guapo, de buen estatus económico (eso no está mal, todos los hombres queremos casi lo mismo en una mujer, pero las mujeres son más cursis o exigentes en este sentido) y adicionalmente este hombre viene aparejado con un problema sicológica que ella con “la fuerza del amor” lo tratará de resolver. El morbo siempre vende, y el romance también; pero más vende hacer porno soft y mezclarlo con romance para quinceañeras. Y resultado: Esta cag%$a¡¡

No entiendo el “BOOM” de este libro y película en las mujeres y hasta los hombres, y más aun a supuestas puertas de lo avanzada que pueda estar la sociedad y a expensas de que mucha gente en vez de haberse vuelto feminista a ultranza se vuelve feminazi, pero yo supongo que es porque para muchas chicas y mujeres tener sexo y ser azotada por un marido pobre o panzón es algo aburrido o estigmatizante y debe ser merecedor de oprobio y reproche, en cambio tener sexo y ser azotada hasta lagrimear por un millonario fortachón es algo muy cool…

Lo peor del asunto es que el cine toca muchas puertas, y es más accesible que la literatura pues el contenido es captado más rápidamente y sin mucho esfuerzo intelectual, por lo tanto, para la gente de bajo nivel cultural y sobre todo para las chicas este tipo de historias pueden ser motivo de interés y curiosidad motivada. Y esta película puede dejar tocada más de una cabeza hueca. Distinto a la mujer culta e instruida que reprocha ampliamente la historia. Pero las masas mandan y la ignorancia tiene más posesiones en su haber. Cuando uno lee casos de gente en el mundo que son arrastrados por este boom; casos de parejas que son atendidas en un hospital porque supuestamente drogados trataron de imitar estas escenas; casos de personas o mujeres que fueron sacados de un cine porque se estaban masturbando, etc. Uno dice, ¿Pero qué clase de gustos o Mier%$# tienen las personas en la cabeza?

Quizás pueden haber noticias amarillistas, pero ciertamente lo que causa controversia y polémica vende de alguna u otra manera y llama a la curiosidad, que como la mía se tomó su tiempo para ver la película y hacer esta crítica, pero que al fin y al cabo era para confirmar que era poco verosímil, fantasiosa y una cursilería erótica. Cómo dijo un periodista, lastimosamente para el buen cine está película ha resultado ser una de las más taquilleras. Como dije, el sexo vende, y más si es comercial…