Brillante es la forma en que Martin Scorsese consigue plasmar las enfermizas y decadentes calles del New York de los 70. Moviendo la cámara de una manera que, a través del taxi, nos enseña el agobio, la suciedad y la humedad que envuelven las calles de la gran ciudad y, a través de los ojos del protagonista, nos muestra un escenario cargado de prostitutas, chulos, sangre y semen que nos sumerge en un mundo de criminales, rateros y demás fracasados que deambulan por la cuidad. Brillante es también la música de Herrmann, que te envuelve, y el guión de Schrader, que plasma el filme de un agobiante punto de vista oscuro y negativo, electrizante y sombrío. Brillante es la fotografía de Chapman y la dirección de Scorsese, intensas a la par que excelentes, con infinidad de zooms, distorsiones de la perspectiva, primeros planos, encuadres picados y demás que hacen de ésta una de las mejores películas de la historia. Brillante es la interpretación de Robert de Niro, quien encarna a un Travis Bicke mentalmente inestable, paranoico y agobiado por las constantes depresiones que le ocasiona el insomnio y la ansiedad. Brillante es ésta película que recomiendo ver de inmediato, pues brilla por si sola.