Pretender que esta película pase a ser un clásico, más allá de aparecer en los estantes de las grandes superficies con ese título en la próxima campaña navideña, es demasiado pretencioso.

Si en 'Enredados' la música llegaba en el momento justo y eran parte de la historia, consiguiendo meterte en el relato aún más y hacerte la película muy entretenida, en 'Frozen' la música llega sin necesidad, apareciendo las canciones sin venir a cuento y sin aportar gran cosa a la historia.
De hecho, si prescindiesen de ellas, y metiesen apenas uno o dos minutos más de metraje contando lo mismo que intentan contar con las canciones, la película ganaría mucho y sería más entretenida.

Los personajes son bastante olvidables, quitando el muñeco de nieve (lo más simpático de la película). Al malo se le ve venir casi desde el principio, y el bueno es tan bueno que el final es de lo más previsible.

Sinceramente, la película adolece de historia y las canciones metidas con calzador hacen que este defecto sea mucho más palpable desde el principio.