Mientras el sobrecargo le indica a los pasajeros que se queden quietos en el salón hasta que llegue el rescate, el cura Hackman, poniendo en práctica el sermón que había dicho en el oficio religioso invita a los supervivientes a ir hacia la parte del casco donde están las hélices (ahora parte superior del barco) pues es la única esperanza de rescate, literalmente dice:"arriba está la vida", así que unos pocos elegidos siguen al curita en cuestión atravesando toda clase de peligros, explosiones e inundaciones, pereciendo algunos por el camino. Las connotaciones místicas son recurrentes, empezando por el cura pastor y su rebaño y el sacrificio final, además de otras subtramas como los abuelitos que van a Israel, este acercamiento religioso puede gustar más o menos, pero es cierto que al menos da cierto juego de lecturas más allá de la simple trama de a ver quien vive y a ver quien muere. Aunque lamentablemente, si los personajes de tono religioso como la abuela judía o el párroco son capaces de los mayores sacrificios, la exprostituta parece condenada a no ser perdonada por sus antiguos pecados muriendo a pocos metros de la salvación, sin suponer ningún acto de sacrificio, y todo ello para tormento del más prosaico de los personaje... y es que !hay pecados que no se pueden perdonar en el rancio Hollywood! o no fuese que si se salvara contase que los directivos de la 20th century fox eran sus clientes más asiduos. De todos modos, es una película entretenida con buenos momentos que ha envejecido un poquito, pero que sólo por lo que significó merece la pena verse. MI NOTA: 6