"Algunos filmes son trozos de vida, los míos son trozos de pastel."

No cabe duda de que en el primer éxito de Hitchcock se sustentarían varias de sus grandes obras de las décadas posteriores como "North by Northwest", que bebe claramente de este filme, cargado de diálogos ingeniosos en una trama de espías altamente adictiva.

El guión no difiere de otros tantos que utilizó el maestro británico para elaborar thrillers trepidantes y convincentes, con un hombre acusado de un crimen que no ha cometido, un tema que siempre le interesó mucho al cineasta inglés. Pese a lo terrible que resulta la situación del protagonista, puesto a prueba con múltiples emboscadas, en la obra predominan situaciones con mucho humor negro, presentándose las escenas dramáticas en un tono ligero. Algún decorado, como cuando Hannay escapa de la justicia por los prados escoceses, recuerdan a filmes de Murnau, con imágenes bastante expresionistas.

Hitchcock se permite el lujo de homenajear al cine negro en una escena antológica, cuando el irreverente granjero bendice la mesa y tanto el protagonista como la mujer del señor se miran y ella reconoce que ese hombre es el fugitivo que busca la policía. Todo ello sin mediar palabra alguno por el medio mediante un juego de gestos y miradas. Una constante en toda su obra se observa ya en los inicios de su filmografía, que no es otra cosa que sacrificar la verosimilitud de los hechos en beneficio de la emoción pura que entretenga al espectador. De esta manera Hitchcock elabora un tipo de cine que suprime las escenas de transición para conservar solamente las agradables de ver, aquellas que atraigan la atención del público.