El señor Peter Jackson nos presenta la ya trillada historia de King kong una vez más, pero no contento con eso, la alarga durante 3 insufribles horas (recuerdo cierta trilogía de una calidad similar en la que cada una de las partes era igual de larga que este bodrio).
Lo único que yo esperaba de este film eran buenos efectos especiales, pero ni en eso ha acertado Peter Jackson. La integración de los personajes con las escenas hechas con ordenador es bastante cutre, no está lograda en absoluto.
Cuando uno va a ver una película de este director, ya sabe que le esperan 3 o más horas de escenas repetitivas, luchas y más luchas de unos seres con otros. Yo calificaría a esta película como otro Señor de los Anillos disfrazado con una historia diferente, aunque no menos fantasiosa e infantil.
Por favor, señor Jackson, jubílese por el bien del séptimo arte.
Lo que más pena me da de esta obra es que una actriz de la talla de Naomi Watts participe en ella, supongo que para hacer caja; el resto de los actores no dan la talla porque son simplemente malos, como Adrien Brody, actor que nunca me ha convencido, y Jack Black, que siempre que le veo me da la impresión de que se va a poner a cantar como en Escuela de Rock (película que, por cierto, me gustó más que este King Kong).
En definitiva, para los frikis aficionados al rol y patochadas fantasiosas por el estilo es un buen entretenimiento; para el resto de los mortales resultan tres horas tiradas a la basura. No le pongo un cero porque no se puede.