Siempre he considerado que cuanto más lejos llegue la imaginación sin perder en ningún momento bases científicas y estructuras de coexistencia en todos ámbitos, sin perderse en el abstractismo, es más digno de admiración que cualquier chapuza hermafrodita del cine comercial y sus baterías económicas, perdón! ...efectos especiales.

El Planeta Salvaje, es inolvidable, una experiéncia única sin lugar a dudas. Es excéntricamente imaginativa, logrando crear un ecosistema de fauna y flora inventada pero no por eso carente de extrañas aptitudes de supervivencia totalmente reales, para otra posible realidad o mundo. La pirámide alimenticia es muy diferente a la real, pero igual de real en su circunstancia.
¿Que nos hace pensar... que realmente no seamos como los hormigas... al lado de algo que no podemos ni llegar a concebir, ni por supuesto ver, con nuestros vagos y diminutos ojos?
Si realmente, en los más hondo, nadie sabe de donde de viene, ni qué és mientras está aquí, ni hacia donde se dirige con tanta prisa rutinaria...
Lo que menos importa és en qué se basa, yo creo que la novela es algo muy diferente a esto, pretende comunicarnos de una manera excepcional la misma idea pero dinámica, sin involucraciones históricas ni pretenciones políticas. Sugiere un cambio en la mente de las personas.
La paz y la búsqueda de conocimiento para la segregación del alma. La Paz, es el equilibrio entre nuestro animal y nuestra sabiduría, hija de la experiéncia. El gran mensaje tan indestructible como la misma muerte, la esperanza de la vida, el dolor de la supervivencia, la expansión de la mente; ésta gran historia nos eleva hasta el supra-camino de nuestra consciencia, valiéndose de su incansable imaginación, fraccionada por la visión de gran cantidad de seres que muy bien podrían existir en otra realidad paralela. Quién sabe... Nadie sabe, del cierto.
Lo que yo sí sé del cierto, es que esta entra en el podio de mi submundo cinemático personal, y no me queda otra cosa que decir, más... que la disfruten.