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Voto de FATHER CAPRIO:
7
Drama. Romance Versión cinematográfica de la obra de Lord Edward George Bulwer-Lytton sobre el conspirador cardenal Richelieu, al servicio del rey de Francia y siempre dispuesto a sacar adelante sus proyectos sin importarle las consecuencias. Sus manipulaciones tienen lugar en la corte, y lo mismo busca obstáculos para el amor entre dos jóvenes que lucha denodadamente contra el hermano del monarca. (FILMAFFINITY)
4 de mayo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mis inquietudes cinéfilas no me habían llevado hasta George Arliss. Nunca es tarde para conocer el trabajo de un actor inglés que consiguió el Oscar de 1929 por “Disraeli” y que al parecer dejó buenos trabajos en la Meca del Cine. A Rowland V. Lee le hemos “tratado” más. De su filmografía recordamos El capitán Kidd con el excelente Laughton y si se animan a ver este Cardenal Richelieu seguro que les entran, como a mi, ganas de visionar algunos trabajos más de este director con atractivas propuestas cinematográficas: El conde de Montecristo o La Torre de Londres entre otras.

Claro que en cuestión de biografías históricas hemos de ser indulgentes y pensar que aunque la verdad fuese una y solo una, las interpretaciones que el cine o la literatura han hecho de figuras y sucesos reales han sido filtradas a través de ensayos y estudios de expertos en la materia, escritores más o menos documentados y convencionalismos al uso. Y uno se pregunta: ¿Richelieu, cardenal o estadista? ¿Servidor de Francia o de sí mismo? Difícilmente hallaremos la respuesta en esta película donde una ambigüedad propia de las condiciones sociales y religiosas del año 35 juega un rol de importancia. Zanuck ,en traducción muy libre, decía: “Debemos estar a bien con la Iglesia pero también los católicos tienen el derecho a criticar la película”.

Como digo, Arliss da vida a un personaje con diferentes tintes: El amable y complaciente tutor de Lenore (Maureen O´Sullivan) dando facilidades a su amor con André de Pons (Cesar Romero) es al mismo tiempo el intrigante y despiadado estadista capar de manipular los hechos para servicio de sus propios intereses. Claro que enfrente tiene a una nobleza cuyo poder se tambalea y a la que poco importa la unidad de Francia. Intereses opuestos. Choque de trenes. ¿Podemos decir con propiedad que el único culpable fue el Cardenal Richelieu?

Probablemente Richelieu, más allá de la versión mosqueteril de Dumas, es un personaje apenas conocido. Por ello la película se sigue con interés y le cogemos cierto gusto a las intrigas de la corte de Luis XIII, un monarca con muchas inseguridades, donde parecen reinar más los propios consejeros que el mismo Rey. En una época de confabulaciones internacionales y secretos acuerdos para mantener los privilegios nobiliarios. España, Austria e Inglaterra al acecho. Un rey sueco, aficionado a los excelentes caldos vinícolas franceses, al quite. (las críticas al film también llovieron desde la Suède).

Excelente la interpretación de Arliss. En conjunto un plantel de actores y actrices muy solvente y bien dirigidos por Rowland V. Lee
FATHER CAPRIO
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