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España España · Valencia
Voto de Rubiolvera:
8
Thriller. Drama Desde que su mujer sufrió quemaduras en todo el cuerpo a raíz de un accidente de coche, el doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, ha dedicado años de estudio y experimentación a la elaboración de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla; se trata de una piel sensible a las caricias, pero que funciona como una auténtica coraza contra toda clase de agresiones, tanto externas como internas. Para poner en práctica este ... [+]
21 de septiembre de 2011
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El arte, en todas sus formas, no sólo es un modo de expresión, sino una herramienta terapéutica que en los últimos años se ha desarrollado para complementar los tratamientos de diversas enfermedades y también como un medio de crecimiento personal. Por eso no resulta raro que Almodóvar dejara caer la frase “El arte es garantía de salud” en el muro que pinta la protagonista a modo de recordatorio. Y es que los dos principales personajes de esta película -Vera (Elena Anaya) y Robert (Antonio Banderas)- tienen que recurrir al arte para no acabar, lo que se suele decir, tirándose por la ventana; siempre y cuando entendiendo, en el caso de Robert, que ciencia es arte también. Sí, porque la obsesión y el mimo que demuestra Robert por su obra queda reflejado en la escena cuando Vera, tumbada en la cama a lo “Venus del Espejo” de Velazquez, es observada por Robert como el artista que su único aliciente es la admirar su mejor obra.

Parte1. Introducción. Las escenas que sale Vera encerrada en una habitación, siendo monitorizada, me recordó a un “tamagochi” o un perro virtual de estos de la nintendo. Una situación que te deja con el misterio del porqué y te despiertan ganas de seguir viendo la película con más interés. Después está la escena algo tensa del “tigre”, recordando al Banderas y la Forqué en “Kika”, demostrando así Almodóvar, con esta y otras más escenas, que “La piel que habitó” es también un auto-homenaje a su obra.

Parte2. El flashback de 6 años. Aquí es donde se cuece todo a fuego lento, dando casi todas las respuestas al film y mostrando al final una de las mejores escenas de la película. Esta escena, que todos conocemos por el trailer, encontramos a una Elena vestida de sombra con la careta blanca de latex -entre ridícula y enigmática- buscando desesperada una salida; para después, viéndose atrapada, agarrar un cuchillo a lo “Psicosis” y esperar amenazante al pie de la escalera diciendo: “Si sigues bajando me corto el cuello y se te acabó el juguete”, en una toma que recuerda, por los colores y la composición, a un Miró. Mientras por la escalera baja Banderas que muy seguro dice: “No eres capaz”, todo ello amenizado por la adecuada y acuchillante música de Alberto Iglesias. Seguramente esta escena será la que recordará a la película en el futuro, además de ser un fuerte reclamo para ir a verla al cine, y eso que no es una escena prescindible para el desarrollo del argumento del film.

Parte3. Vuelta al presente. Sin duda la peor parte de las tres ya que carece de importancia y la intensidad, que deja el final de la segunda parte, va decreciendo poco a poco. Quizás lo único que te mueve a seguir viéndola es sólo dos cuestiones: ¿Es posible que un cambio de aspecto radical pueda cambiar la identidad a una persona?, ¿será un claro caso de síndrome de Estocolmo?; pero aún así y sabiendo que es una película de Almodóvar, y no de Disney, te puedes hacer una idea de cual va ser la respuesta final:... (Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rubiolvera
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