Muchas de las películas de terror que vemos en la actualidad, en las que vemos fantasmas y casas encantadas siempre nos muestran algo que ya hemos visto en otra, ya que este género está muy explotado; pero siempre hay alguna que otra película que innova aunque sea mínimamente.

Insidious es un buen film, eso de primeras, pero cuando la ves, en ocasiones tienes la sensación de estar viendo un film de terror clásico y es que muchos planos de los que podemos ver están inspirados en las clásicas películas de suspense. Pero lo que hace distinta a 'Insidious', es que, en plena era del terror psicológico, de los argumentos que nos muestran hechos paranormales que intentan dar miedo sin explicación y con un final precipitado que no resuelve ninguna duda, hace todo lo contrario. En todo momento sabemos que está pasando y descubrimos porque pasa.

Creo que James Wan es un gran director que con un presupuesto muy pequeño, ha conseguido hacer mucho más que otros directores con mucho presupuesto.
Y no hace la técnica económica de cámara en mano que últimamente tan bien funciona en cintas con bajo presupuesto. James Wan ha logrado hacer una película con sus planos, contra planos, efectos especiales y un poco de maquillaje blanco para sus fantasmas. Excepto el demonio, (el malo más malo de la película) el resto de fantasmas logran asustar y acongojar solo con su tez pálida. Es lo increíble, en esta película se ven fantasmas que son idénticos a nosotros y aún así asustan más que muchos otros. Un plano de la cara de una de esas fantasmas sonriendo con la mirada perdida, me erizo la piel como hacía tiempo que no me pasaba.
Aparte de esto la historia entretiene y divierte, se hace corta y consigue hacernos pasar un buen/mal rato.

Quizás sobre su epílogo, pero ya se sabe cómo funcionan estas películas y teniendo en cuenta que es la cinta más rentable del año (ha recaudado hasta ahora 90 millones de euros) es de comprender.
La segunda parte tampoco está mal, aunque para mí me gusto más esta que la siguiente.