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Venezuela Venezuela · caracas
Voto de Seijas:
8
Ciencia ficción Treinta años después de los eventos del primer film, un nuevo blade runner, K (Ryan Gosling) descubre un secreto profundamente oculto que podría acabar con el caos que impera en la sociedad. El descubrimiento de K le lleva a iniciar la búsqueda de Rick Deckard (Harrison Ford), un blade runner al que se le perdió la pista hace 30 años. (FILMAFFINITY)
8 de octubre de 2017
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su libro "Esculpir el Tiempo", Andréi Tarkovsky planteaba la tesis del cine como un arte puro per se, y no supeditado a las demás artes en él. Y que, como la exploración de la imagen es lo que define a la pintura, el sonido a la música, el argumento a la literatura y la puesta en escena al teatro, el cine debe transcender a estos recursos artísticos para dar hincapié en lo que para él era la esencia del cine, cómo es la facultad de condensar imágenes en trazos finitos de tiempo sometido a un montaje con la finalidad de comunicar o trasmitir emociones.

Estas teorías planteadas por Tarkovsky dieron como resultado un cine si bien muy poético, a la vez denso y difícil al alejarse tan radicalmente de los convencionalismos, un cine que al ser de una propuesta tan en bruto fermenta en la llamada crítica y aulas que se abocan al estudio del séptimo arte, pero no en las masas.

Sin embargo, de vez en cuando aparece un cineasta capaz de tomar toda la filosofía Tarkovskyana y hacerlas converger con las narrativas al uso del cine más mainstream, dando como resultado auténticas joyas dirigidas no sólo a un públicos especializados sino para grades audiencias. Entre esos se me vienen a la mente autores como Terrence Malick (Días del cielo, La delgada línea roja) y sobre todo más recién Denis Villeneuve, autor de la tan esperada secuela del clásico y film de culto Blade Runer (1982), Blade Runer 2049.

Sobre esta, si hay algo que defina a Blade Runer 2049 es su apabullante composición plástica, gracias a la sublime fotografía de Roger Deakins, el hiperrealismo del diseño de producción Dennis Gassner, la ambiental BSO a cargo de Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch, y sobretodo la melancólica, contemplativa y elegante narrativa Villeneuve, dando como resultado uno de los mayores logros artísticos y técnicos que hayamos visto en los últimos años.

Otro aspecto a destacar son sus interpretaciones, Ryan Gosling actúa, lo acabo de descubrir con esta cinta. Ford haciendo ahora sí, honor a uno de sus papeles icónicos (no como en Episodio 7 o Indiana Jones 4) o Leto haciendo de falso dios. Las mujeres están igual de impresionantes; Robin Wright es una de las mejores actrices de cine y Tv actuales (la frecuento en House of Cards y siempre tiene un nivel altísimo), Sylvia Hoeks ofreciendo uno de los mejores antagonistas del cine recién, pero el show se lo roba la cubana Ana de Armas, que se transforma literalmente en el alma de la cinta. En resumen, interpretaciones que impregnan de mucho humanismo a esta cinta aun cuando la mayoría están interpretando robots, pero que ese es precisamente el conflicto que plantea.

Continuo en spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Seijas
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