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España España · Madrid
Voto de Pedro:
8
Bélico. Acción. Thriller En 2003, durante la ocupación de Bagdad por tropas estadounidenses, al oficial Roy Miller (Matt Damon) y a su equipo les encargan la misión de buscar armas de destrucción masiva. Registran escondite tras escondite, a cual más peligroso, pero en vez de letales agentes químicos, descubren un elaborado plan que cambia el rumbo de su misión. Rodeado de agentes con objetivos contradictorios, Miller intenta averiguar la verdad a partir de una ... [+]
15 de marzo de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paul Greengrass retoma el tipo de película que mejor se le da hacer. Rodada en España, Marruecos y Reino Unido, nos traslada a Bagdad con un despliegue técnico impresionante, en un estilo semidocumental próximo al de "United 93" -al que se le perdona incluso el mareo de la cámara en mano-, y nos trae la continuación de esos hechos históricos. Primero reconstruyó la odisea de uno de los vuelos de los atentados del 11-S en una hipótesis muy probable, para ahora recrear en clave de trepidante thriller bélico otra realidad que pretendió ser su consecuencia: la invasión de Irak.

Se trata de una ficción con personajes principales imaginados. Esto es cierto. Pero también se nos presenta sobre un contexto veraz. Contexto que a diferencia de la recientemente multipremiada "En tierra hostil" -la cual daría igual que se desarrollase en Irak que en Tombuctú- va más allá superando la mera acción: describe acontecimientos políticos de fondo, muestra la complejidad de una población dividida entre chiíes, suníes y kurdos, las atrocidades empleadas en las improvisadas prisiones de guerra -inevitable que a la memoria vengan Abu Ghraib o Guantánamo-, y los sentimientos encontrados de un pueblo que se debate entre amores y rencores al que fue su dictador Sadam y no menos odio a quienes consideran invasores antes que liberadores.

Película valiente cuya base real no sólo se encuentra en la inspiración en un libro no de ficción como es "Vida imperial en la Ciudad Esmeralda: dentro de la Zona Verde de Irak" de Rajiv Chandrasekaran, periodista de "The Washington Post", sino que está en lo visto por televisión y publicado en todo el mundo para quien no quiera cerrar los ojos. Hechos tan consabidos que resulta pueril que nos repitan a estas alturas: las armas de destrucción masiva iraquíes no existían en 2003 y se hizo creer lo contrario.

No obstante, bien está que nos refresquen la memoria y se avive la de quien no se hubiera enterado. Sobre todo si además se hace con un guión hábil que centra los hechos en el personaje del soldado interpretado con soltura por Matt Damon logrando absorber la atención del espectador y creando inquietud sobre lo que le depara. Y aunque, tras un contundente diálogo final entre el subteniente Miller y el agente del Pentágono Poundstone, se es lo suficientemente prudente como para dejar abierto el que la cúpula política de EE.UU. estuviese detrás, muchos esperaremos ver al realizador dirigiendo otra entrega de todo esto como thriller judicial donde los responsables políticos estadounidenses y no estadounidenses de aquella invasión se sienten en un banquillo de acusados.

Algo que para vergüenza de los supuestos valores de Occidente y escarnio ante las generaciones futuras que repasen la historia del siglo XXI, aún es una lamentable utopía que no nos impide dormir tranquilos mientras siete años después sigue muriendo gente como consecuencia de aquello. Mentir sigue siendo fácil para el poderoso dentro y fuera de la ciudad esmeralda.
Pedro
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