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Voto de Kyrios:
5
Bélico. Thriller En 1943, en plena II Guerra Mundial, un comando alemán formado por 16 paracaidistas planea secuestrar al primer ministro inglés, Winston Churchill, durante su estancia en un pueblo del condado de Norfolk. La misión le ha sido encomendada al Coronel Steiner, cuya sentencia de muerte por su oposición al genocidio judío ha sido suspendida, y al irlandés Liam Davlin. Los paracaidistas aterrizan en Inglaterra y se dirigen hacia el pueblo ... [+]
29 de marzo de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tiene una de las imágenes más potentes y curiosas que haya dado la historia del cine, se trata ni más ni menos que poseer la imagen de gran Michael Caine, uno de los mejores intérpretes británicos del cine, vestido con uniforme nazi y sirviendo a la causa alemana en una historia ficticia ambientada en la segunda guerra mundial. Sin duda una imagen curiosa cuanto menos. Evidentemente, al tratarse de un caso tan singular, en que el personaje principal y sus compañeros, se tratan de los que no sólo en el cine, sino también en la historia y el colectivo popular son considerados como los “malos”, la película se sirve de algunos recursos para que la identificación del público con los personajes sea posible (dos escenas especialmente, una de las primeras en que el personaje de Michael Caine intenta salvar una judía de la muerte, y en la que un paracaidista salva a una niña del pueblo). Esta identificación se mantiene también por el carisma y el concepto de honor de Caine, que consigue meternos en la historia de primeras. Lástima que no todos los elementos de la película funcionen de igual manera. No nos encontramos ante una película bélica cualquiera, sino que utiliza el trasfondo bélico para desarrollar una película que tiene mucha relación con la intriga y el suspense.

Y es que la historia tiene una premisa muy singular y curiosa, que con un desarrollo y un guión que hubiera sustentado a esta, la película podría haberse convertido en una película de culto para los amantes del género (por actores y premisa). La trama juega con la historia y con la ficción, creando una historia inventada en un ambiente real, en la que unos paracaidistas alemanes habrán de infiltrarse en territorio enemigo para acabar con Winston Churchill. Sin embargo, los derroteros de la película no acaban cuajando por los mejores caminos. La primera media hora, que tiene que enganchar al espectador, no funciona y provoca hastío en el espectador. El montaje es demasiado irregular y la evolución de los planes principales se tambalea. Mucha cháchara para llevar el plan a cabo pero uno no se acaba enterando de lo que realmente acontece y la tensión no va de la mano de las imágenes que estamos viendo. Sin duda hay momentos que están forzados y que les falta mucha mano y hablando vulgarmente, chicha. Los diálogos que mantiene el personaje de Sutherland y su relación dramática con la joven no son particularmente brillantes, pese a que él es capaz de resolverlo todo con su presencia y su risa de diablejo.

Y es una lástima porque nos encontramos con la última película de John Sturges, uno de los directores de entretenimiento más interesantes del cine norteamericano. En su haber encontramos películas míticas como “La gran evasión” “Duelo de Titanes” o “los siete magníficos”. Sin embargo es una lástima porque pese a los destellos de brillantez que hallamos en esas películas, aquí la dirección patina bastante. Los encuadres (especialmente en la primera mitad de la película) son demasiado fríos y distantes, como realizados de una manera mecánica. Pese a todo, cuando la acción estalla Sturges es capaz de mantener el relato y de hecho es cuando la película alza el vuelo. Sin duda cuando el pastel es descubierto y la cosa empieza a hervir es cuando la película fluye y Sturges se desenvuelve con mayor soltura. Las escenas de acción tienen su que, y hay algún detalle que marca personalidad (cargarse al jefe de las tropas británicas de la manera en que lo hacen demuestra que las cosas estaban cambiando en el cine).

Por otra parte, Michael Caine en sus papel de paracaidista jefe y Donald Sutherland haciendo su mejor registro (el de loco histriónico) son las grandes bazas de la película. Entre el honor de uno y la sinvergonzonería del otro, son capaces mantener la película.

http://neokunst.wordpress.com/2013/03/28/analisis-filmico-ha-llegado-el-aguila/
Kyrios
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