Se nota que The Divide (Aislados, 2011) no es una película cien por cien norteamericana. Es decir, si es cierto que está producida en parte por una compañía estadounidense ( coproducción compartida con Canadá y Alemania) pero está dirigida por un director crecido en ambiente europeo, Xavier Gens. El argumento del filme (Una fábula Postnuclear con regusto de Serie B gore) le viene ni que pintada a un cineasta que precisamente se ha dedicado (con aciertos y errores) al género de terror.

No inventa nada el guión de Karl Mueller y Eron Sheean, que se basa en gran cantidad de películas PostNucleares tan típicas en los años ochenta. El Argumento nuclear y la tensión claustrofóbica se reúnen en una premisa sencilla: Un Grupo de personajes variados se queda aislados en un pequeño refugio nuclear. Como es lógico viniendo en una película de estas características, las relaciones entre ambos empiezan a tomarse de manera peligrosa. Es cierto que más o menos leyendo la sinopsis ya nos podemos hacer una idea de por dónde va a tirar la película. No menos, que Xavier Gens intenta colocar algunos elementos de sorpresa para tratar de shockear al espectador y permitirle olvidar el encorsetamiento argumental. La película de hecho se debe a esta misma táctica, que en ocasiones es también su perdición.

Aislados explora las relaciones de un grupo de personajes en una situación extrema. Como podemos esperar, rápidamente se empiezan a formar los grupos, y el filme de Xavier Gens no repara en tópicos, esto es, los Buenos y los malos pronto empiezan a disentir entre ellos, con violencia de por medio (en una escala imparable, que se huele desde el primer minuto en el que se forman los grupos). Los arquetipos también aparecen y así tenemos una galería de lo más variados: Nuestra protagonista principal es interpretada por Lauren German, quien es la doble de la teniente Ripley (aunque mucho más dulce y empática), luego nos encontramos personajes secundarios que actúan sin personalidad y cediendo el testigo a los cáracteres más salvajes, como son los personajes que interpretan Iván Gonzales. Finalmente, los auténticos salvajes del filme, que en cualquier película de supervivencia se nos presentan finalmente como el auténtico problema. No diremos nombres para el espectador que quiera ver el filme, aunque resultan previsibles desde el primer minuto.

Pero la diferencia básica es que en el filme de Gens, todo se encuentra forzado al máximo. Está claro que el filme está pensando en un tipo de público concreto, y no con tácticas comerciales ampliando al espectro infantil o incluso adolescente. De tal manera, que el guión ofrece una serie de secuencias muy subidas de tono, que prácticamente podrían ser clasificadas como Gore. La relación sexual, que generalmente es obviada en este tipo de filmes, es en esta ocasión explotada al máximo. El más alto de nivel de crudeza viene con la relación progresiva de esclavismo sexual que se establece entre un trío de protagonistas, y que es capaz de asquear al espectador con más estómago. Es cierto también, que el guión intenta buscar la morbosidad en ciertas secuencias más que repulsivas, aunque el guión parezca no avanzar en estos momentos.

Otra gran diferencia con otras películas del género la encontramos en la fotografía y puesta en escena. En este sentido, la película sigue a películas francesas que han triunfado en el género de terror en la década pasada y en esta misma. Nos referimos a filmes como Haute Tension (Alta Tensión, 2003) o la estela que deja Gaspar Noe. En Aislados, los espacios cerrados son aprovechados con un juego de luces muy potentes, que rompen con la monotonía y que se imbuyen de colores estridentes, que desnaturalizan la escena, aumentando el grado de su artificialidad. Primeros planos por ejemplo, de los protagonistas que muestran una sonrisa trastornada a la vez que reciben un potente foco de luz roja. En la situación en la que se utiliza este recurso, la sensación final es de terror máximo, pero no un terror clásico, sino que se está formando parte de esta nueva tendencia anteriormente comentada. En definitiva, cualquier recurso es considerado óptimo para el cineasta mientras consiga alterar el equilibrio emocional del espectador. Incluso aunque en ocasiones esto sea contraproducente, pues la fotografía unida a un guión extremo (pero sin demasiado sentido) lo que acaban produciendo es una importante desgana.

Por cierto, hacía al final del guión nos encontramos con la culminación del efectismo que ha ido dominando todo el filme. La película traiciona la lógica en una secuencia final absurda (me refiero al disparo que acaba donde no tiene que acabar) que como hemos visto anteriormente, está pensada únicamente para crear el máximo impacto. Aislados es en definitiva una película que busca el sensacionalismo más amarillista (un defecto de este tipo de filmes franceses, que en este caso queda incrementado), que a pesar de ser un entretenimiento sugerente, no consigue pasar de esa línea.

https://neokunst.wordpress.com/2015/07/15/aislados-the-divide-2011/