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Voto de Kyrios:
6
Comedia. Drama Comedia dramática basada en la trágica vida del mundialmente famoso DJ Frankie Wilde. En forma de biografía, la historia nos lleva a través de la vida de Frankie desde sus alturas siendo uno de los mejores DJ's vivos, a través de sus caídas en su posterior batalla con un trastorno acústico, culminando en su misteriosa desaparición de la escena. (FILMAFFINITY)
5 de noviembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
It’s All gone Pete Tong (La leyenda del DJ Frankie Wilde, 2004) es uno de los falsos documentales más excitantes que se dirigieron en la década de los años 2000. Una película que se adentra en el mundo musical de los DJ’S y todos los tópicos que rodean esta contemporánea forma musical. En el año 2004 el filme consiguió el premio a mejor película canadiense en el festival de Toronto. Su director, Michael Dowse ha seguido con su trayectoria tanto en Canadá como en los Estados Unidos, aunque sin conseguir repetir el éxito que consiguió con este filme.

La película al ser un falso documental nos presenta un personaje totalmente ficticio, llamado Frankie Wilde, aunque es cierto que hay algunas suposiciones en torno a esta figura, que parece haberse basado parcialmente en un personaje real, el dj Pete Tong (como podemos ver, el título original del filme le cita) que según algunos ha tenido algún problema leve de sordera y que realiza un pequeño cameo en la película. De todas maneras, Frankie Wilde es un personaje alucinante, que difícilmente podría pasar por real. Aún así, precisamente por su carácter de caricatura, la película consigue retratar a las mil maravillas el absurdo mundo de estas nuevas “Mecas” para los amantes de la música electrónica, como la propia Ibiza, que aparece reiteradamente en el filme.

Hay dos mitades claramente diferenciadas en la película. La primera es la parte satírica, donde nuestro director se dedica a destripar los tópicos del mundo musical y el ambiente fiestero de lugares como la citada Ibiza. En esta parte, el filme utiliza un humor mucho más negro, más duro contra nuestro protagonista principal. Algo realmente destacable en La Leyenda del DJ Frankie Wilde es que sabe cambiar el tono de una manera camaleónica en la segunda mitad del filme, donde esta vez, el espectador empatiza de una manera mucho más clara con el protagonista, sintiéndolo mucho más cercano. Este proceso, del odio al amor, está realizado de una manera muy humana, y a pesar de la sátira y de que nos encontramos ante una caricatura, la película sabe abrirse un hueco entre el corazón del espectador. Algo realmente difícil, si tenemos en cuenta la mixtura de géneros así como la mezcla de tonos que encontramos en el filme (de la comedia a la tragedia).

Por todo lo dicho anteriormente, no puedo más que sorprenderme cuando algunos han afirmado que la película es un homenaje sincero a la música que práctica Frankie Wilde. Más bien todo lo contrario, y desgraciadamente no puedo parar de pensar que los que afirman dicha sentencia no han entendido demasiado bien el filme. La Leyenda del DJ Frankie Wilde es una película tremenda crítica con el mundo de las discotecas, de los djs, y todo lo que rodea esta moda artificial. Las pruebas son más que numerosas y aparecen continuamente si nos fijamos con detalle. Para empezar, en la primera parte del filme, nuestro protagonista es literalmente un imbécil, que sólo se interesa por sí mismo y apenas conoce nada de la vida real, más allá de la burbuja en la que vive (como buen ejemplo su mansión misma). Precisamente, cuando empieza a madurar como persona es cuando abandona este mundo artificial y empieza a sufrir como una persona corriente, y por supuesto, cuando encuentra el amor verdadero (algo que no había encontrado antes, puesto que su primera relación amorosa era una relación interesada en términos económicos). También nos podemos fijar en el personaje que hace de su supuesto manager, y que representa este arquetipo de personaje, que sólo se preocupa de su cliente cuando puede darle beneficios, es decir, de manera interesada, y que realmente no es un auténtico compañero. Pero quizá, la pista más clara de lo que estoy diciendo la encontramos en el final del filme, donde definitivamente nuestro protagonista abandona la fama y el éxito para hallar una vida mucho más relajada, casi ermitaña, convirtiéndose en un ser totalmente altruista y dedicado a los demás.

La película sabe evitar los caminos convencionales con recursos bastante innovadores. La estructura dramática por ejemplo, como ya hemos comentado, está muy por encima de otras películas o de otros falsos documentales, pues no tira por la demagogia de otros filmes en la disección del personaje protagonista o de las diversas situaciones que acumula el filme. Por ejemplo, la adicción contra la droga se resuelve de manera original, con la lucha (totalmente física, como una película de acción) entre el protagonista y la versión física de su drogadicción. De hecho, en algún momento incluso se puede acusar al filme de retorcer demasiado los renglones con tal de sonar diferente, lo que en ocasiones la convierte en excesivamente exagerada.

Y por supuesto, no podemos olvidar de la interpretación principal, que realiza Paul Kaye, como el célebre DJ Frankie Wilde. El actor encarna a las mil maravillas el perfil de un personaje extravagante y del cual el guion exige muchísimo, tanto por la expresividad del personaje como por el cambio de carácter que recibe el personaje a lo largo del metraje.

https://neokunst.wordpress.com/2015/11/05/la-leyenda-del-dj-frankie-wilde-its-all-gone-pete-tong-2004/
Kyrios
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