Estas son las comedias que me gustan a mí, las que te ríes de lo que va ocurriendole a los personajes a lo largo de una historia casi verosimil.

Estoy harto de Scary movies y porquerías de esas, donde lo único que hacen es mezclarte tantas películas, que al final no te enteras de que va la cosa.

La historia tiene un comienzo cojonudo...muy dulce. Un padre jugando con la niña y esta le hace una promesa de no abandonarlo nunca. Seguidamente cambiamos de escena y la niña ya adolescente le llama capullo, ja ja ja. ¡¡¡ Vaya cambio !!!

Aunque este es el transfondo que nos intenta vender el señor Barry Sonnenfeld, el cual se maneja como pez en el agua en todo tipo de comedias, a veces con más éxito y otras no tantas sin el. Pues no vayamos a pensar que lo importante de la peli es la moraleja final, de que el dinero es algo material y pasajero. Que lo que realmente importa es la familia y que esto está por encima de todo lo demás.

Si, si, mucho rollo pero al final no vengo a ver una comedia para que me de clases morales y de comportamiento, vengo a pasármelo bien, y esta lo consigue.

Robin Williams no lo vamos a descubrir ahora como cómico, es genial y supercomediante. Vamos, que antes de que abra la boca ya estás preparando la carcajada y aquí está espléndido. Me reí muchísimo con su personaje, con sus planes y con sus grandes pifias. Pero lo bueno de esta comedia, es que no está solo. Su familia miembro por miembro forman un equipo también bastante cómico, especialmente en los comentarios irónicos. ¿Y qué decir de la familia " adoptada " ? Jeff Daniels también se hace con un buen equipo, aunque con menos peso que la familia protagonista.

No pensé yo sinceramente que unas vacaciones en una autocaravana, sirviera para echarme tantas risas, ja ja ja. Por cierto, aquí salió ganando hasta el chapista.