La realidad es que Leaving Neverland es un documetal técnicamente bien realizado pero con graves defectos éticos. Y cuando digo éticos me refiero que a lo largo de las cuatro horas no se aporta ni una sola prueba real, ni un solo hecho que un juez pueda considerar creíble. Nada absolutamente es cierto, porque nada es contrastable. Únicamente se aportan una correos electrónicos entre Michael Jackson y la familia, de los por aquella época niños y actuales adultos, en los que en un tono similar a un programa de prime time de telebasura (pongamos Salvame) se da un tono artificioso para dar a entender algo sexual, que en ningún momento se detecta en primera instancia.

Y vamos a los hechos, el tal Wade Robson, uno de los dos acusadores, es un individuo que durante el documental comete perjurio. Y esto es muy obvio, Robson ante el juez del caso del año 2005 por presuntos abusos sexuales contra Jackson dijo en repetidas ocasiones que M. Jackson jamás abusó de él, que no hubo ningún contacto sexual, ni tocamientos, que todo fue normal, que Jackson siempre tuvo un comportamiento totalmente normal. Recordemos que en el jucio Robson ya era un adulto y sabía perfectamente lo que era el sexo... En definitiva, ya no era un niño al que se pudiera manipular. Repito, dicho ante un juez y un tribunal popular, y retransmitido para todo el mundo en directo.
En segundo lugar, Wade Robson intentó entrar como máximo responsable artístico en el espectáculo del Circo del Sol sobre Michael Jackson que inició sus preparativos en el año 2011, dado que Robson es bailarín gracias a la influencia que tuvo Jackson en su desarrollo artístico. No lo consiguió porque no fue contratado y esto le ocasionó problemas de tipo psicológico, reconocidos por él mismo. A partir de esos años comenzó a tener graves problemas económicos que junto con el resentimiento por no haber logrado sus metas profesionales en el citado espectáculo le llevaron a la situación del documental. Además, posteriormente demandó a la productora del espectáculo por 1500 millones de dolares, caso que se decidirá al parecer a lo largo de este año, pero con posterioridad al documental del que está obteniendo grandes beneficios económicos. Ya sabes, ni no vales para la tuyo, vive del trabajo de los demás.
El FBI se gastó la friolera de 40 millones de dolares investigando a Michael Jackson tratando de encontrar cualquier prueba de culpabilidad del cantante. Removieron cielo y tierra buscando cualquier pequeña prueba con la que inculpar al que por aquel momento era el artista más famoso a nivel mundial. En todos los casos, las investigaciones dieron el mismo resultado: "NO HAY NADA" decían los informes policiales siempre. Incluso se sometió al cantante a fotografías en sus genitales para ver si coincidian con lo que decían los acusadores. No hubo coincidencia tampoco en este caso. Los acusadores dijeron cosas que no correspondían con la realidad.
Y finalmente Safechuk y Robson, protagonistas del documental mantienen que fueron violados en la estación del tren que existía en Neverland. El problema es que en el año que ellos dicen que esto ocurría, la estación de tren aún no había sido construida. Falacia tras falacia.
Solo queda decir que es muy fácil difamar a un muerto, más aún cuando esto en EEUU no es delito, pero es de una cobardía absoluta, puesto que tuvieron muchos años para hacerlo cuando el cantante aún estaba vivos y ellos eran adultos. Pero, claro, los intereses económicos y la falta de etica y de dignidad puede llegar a las personas en monstruos de la difamación.