A la hora de abordar la crítica de esta película podemos hacerlo desde tres puntos de vista diferentes. Analizarla como la versión americana de la película sueca de hace pocos años. Comentarla como la versión cinematográfica del famoso best-seller de principios del actual milenio. Verla como una obra autónoma e independiente de todo, una obra más de David Fincher, uno de los directores americanos más interesantes del panorama actual, valga como ejemplo, su penúltimo film “El curioso caso de Benjamín Button”.

Desde el punto de vista primero de los que he expuesto, el film es en mi opinión redundante. Aporta muy poco a lo hace muy poco visto. La aparición de un meritorio Daniel Craig no ayuda en demasía. En una película de intriga su presencia parece tener latente la del agente secreto británico, y nada más lejos de la realidad. Fuera de este aspecto vemos casi un calco de la película anterior, sin apenas un tratamiento cinematográfico diferente, aunque era de esperar otra cosa tanto por el director como por aquello del que el cine es un arte americano. Cabe aquí recordar esa frase de Godard: “Un travelling es una cuestión moral”, pues casi aquí lo mismo respecto al hecho de hacer esta nueva versión.

Respecto a la segunda posibilidad de la que hablaba, poco puedo decir. No he leído el libro, pero me comenta una buena amiga de toda mi confianza que sí que lo ha leído que el film deja al margen muchos aspectos de la novela que hacen incomprensible el argumento. Sin ellos es difícil comprender la relación de los dos protagonistas o del porqué llegan a las conclusiones detectivescas que obtienen. El cine es el arte de la elipsis, no cabe duda, pero esta no se puede hacer de tal manera que aquello que se vea pierda el sentido; para ese caso es mejor hacer una versión libre o aproximada.

Por último, desde el punto de vista estricto de la película, es decir, sin contextualizarla, viéndola como una obra autónoma, el film se ve con cierto interés a lo largo de su extenso metraje, lo cual ya es un mérito de por sí. Tiene puntos positivos a pesar de que no quede clara toda la investigación que realizan los protagonistas; por ejemplo, el dibujo de los protagonistas raya a buena altura al igual que ciertas escenas, estéticamente poderosas. A pesar de ello, acabé con cierta decepción, de David Fincher se puede esperar mucho más, no se lo tendré en cuenta.