Tuve una media sonrisa durante toda la peli. No sabía si era una comedia o un drama. Ya en casa, por la noche, me reía solo. Y esta mañana, también. Pero, aunque me reía de una escena, en realidad me estaba riendo de mí mismo.

Y es que la película me ha hecho reflexionar. Me he dado cuenta de cómo mi estructura emocional está completamente condicionada por la religión católica, aunque hace ya 20 años que la dejara, y 5 años que apostaté. Yo también soy un tipo serio.

Y lo que dice la película es: ¿De qué sirve preocuparse tanto por las cosas? Un héroe que se sorprende porque "no ha hecho nada" y le pasa de todo. Que busca siempre explicaciones a todo (como me puede pasar a mí). Que se preocupa por todos, soportando hasta al insoportable de su hermano y toda la gente que tiene alrededor fastidiándole, con el mayor de los estoicismos.

Y el antihéroe que es su hijo, que pasa bastante, interesándole nada más que la música o su serie favorita, o fumar porros con sus colegas.

¿Y el final?