Suele decirse de estas películas que no son aptas para todos los paladares. No lo entiendo. Sí, es cierto que hay mucha violencia, pero es que la vida puede llegar a ser violenta. La del final tampoco es de las escenas más "gratuitas" de Peckinpah, era necesaria.

Sentirás una rabia tan profunda que querrás matar a todos los hijos de puta que te han hecho la vida imposible alguna vez. ¡Como se me ponga por medio mi vecino...!