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Voto de burton:
9
8,1
24.616
Drama
Elisabeth (Liv Ullmann), una célebre actriz de teatro, es hospitalizada tras perder la voz durante una representación de "Electra". Después de ser sometida a una serie de pruebas, el diagnóstico es bueno. Sin embargo, como sigue sin hablar, debe permanecer en la clínica. Alma (Bibi Andersson), la enfermera encargada de cuidarla, intenta romper su mutismo hablándole sin parar. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2007
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una película convencional, y sí un caldo de cultivo para el desarollo temático de las inquietudes existenciales del fenómeno sueco.
Escrita durante una convalecencia de Bergman en el hospital, el cineasta sueco introduce algunos conceptos clave en la filosofía de principios del siglo XX, como "La interpretación de los sueños" de Freud, junto con algunas influencias posteriores en el campo de la dramaturgia, fundamentalmente en las denominadas "técnicas de alienación Brechtianas (del dramaturgo alemán Bertold Brecht)" en lo que se conoció como "teatro épico" ó "teatro de la alienación", y que tenían como objetivo último el captar la atención del espectador, interrumpiendo la formalidad de la obra.
Técnica ésta utilizada al inicio, mitad y al final de la película, cuando Bergman nos introduce fugazmente en el fogueo sucesivo de unos fotogramas inconexos y surrealistas, como retazos de un mundo particular; el de los sueños y sus intepretaciones.
Así por ejemplo se vale del proceso de ingeniería de una bovina de un rollo de película (al inicio y a la mitad del metraje), ó de la cámara del propio cineasta rodando la propia película (escena ésta muy similar a la aparecida casi en el final de "Otto e mezzo") para introducirnos brevemente en el mundo de los sueños y sus interpretaciones, tal vez recordando su experiencia autobiográfica con el mundo del psicoanálisis freudiano, pues varias de la imágenes introducidas fueron estudiadas a comienzos del siglo XX por el famoso filósofo y neurólogo alemán.
...La araña, el cordero degollado, la escena de la crucifixión, el bonzo del Vietcong ardiendo, la uña arrastrada a la mano en superposición con aquel pene erecto, el niño acariciando el rostro de la madre sobre una pantalla, el niño que no puede conciliar el sueño...
Imágenes que no son sino aquellas "memorias de pantalla" freudianas con una interpretación comúnmente aceptada en el mundo del psicoanálisis; imágenes de juventud, que verdaderas o no, las asociamos a algún tipo de trauma en el mundo de los sueños...dolor...
Por ejemplo la crucifixión es entendida como el trauma infantil del niño ante su primera imagen impactante de joven, como pudiera ser el descubrir a sus padres "in fraganti" mientras mantienen contactos sexuales...
...Y en mitad de ese "teatro épico" al que hacía referencia, el contenido de la obra y sus múltiples interpretaciones a las que gente de la talla de Susan Sontag ó Roger Ebert calificaron simplemente como las diversas fases de una terapia psicoanalítica entre paciente y doctor, sólo que desde diversas lecturas; están aquellos que piensan que la enfermera y la paciente son una misma persona confrontando sus personalidades, y luego están los que piensan que la narración es más lineal y que se produce una fuerte absorción de caracteres por parte de la personalidad más "blanda" (la de la enfermera) hacia la más fuerte (la de la paciente)...
P A R A D I G M Á T I C A.
Escrita durante una convalecencia de Bergman en el hospital, el cineasta sueco introduce algunos conceptos clave en la filosofía de principios del siglo XX, como "La interpretación de los sueños" de Freud, junto con algunas influencias posteriores en el campo de la dramaturgia, fundamentalmente en las denominadas "técnicas de alienación Brechtianas (del dramaturgo alemán Bertold Brecht)" en lo que se conoció como "teatro épico" ó "teatro de la alienación", y que tenían como objetivo último el captar la atención del espectador, interrumpiendo la formalidad de la obra.
Técnica ésta utilizada al inicio, mitad y al final de la película, cuando Bergman nos introduce fugazmente en el fogueo sucesivo de unos fotogramas inconexos y surrealistas, como retazos de un mundo particular; el de los sueños y sus intepretaciones.
Así por ejemplo se vale del proceso de ingeniería de una bovina de un rollo de película (al inicio y a la mitad del metraje), ó de la cámara del propio cineasta rodando la propia película (escena ésta muy similar a la aparecida casi en el final de "Otto e mezzo") para introducirnos brevemente en el mundo de los sueños y sus interpretaciones, tal vez recordando su experiencia autobiográfica con el mundo del psicoanálisis freudiano, pues varias de la imágenes introducidas fueron estudiadas a comienzos del siglo XX por el famoso filósofo y neurólogo alemán.
...La araña, el cordero degollado, la escena de la crucifixión, el bonzo del Vietcong ardiendo, la uña arrastrada a la mano en superposición con aquel pene erecto, el niño acariciando el rostro de la madre sobre una pantalla, el niño que no puede conciliar el sueño...
Imágenes que no son sino aquellas "memorias de pantalla" freudianas con una interpretación comúnmente aceptada en el mundo del psicoanálisis; imágenes de juventud, que verdaderas o no, las asociamos a algún tipo de trauma en el mundo de los sueños...dolor...
Por ejemplo la crucifixión es entendida como el trauma infantil del niño ante su primera imagen impactante de joven, como pudiera ser el descubrir a sus padres "in fraganti" mientras mantienen contactos sexuales...
...Y en mitad de ese "teatro épico" al que hacía referencia, el contenido de la obra y sus múltiples interpretaciones a las que gente de la talla de Susan Sontag ó Roger Ebert calificaron simplemente como las diversas fases de una terapia psicoanalítica entre paciente y doctor, sólo que desde diversas lecturas; están aquellos que piensan que la enfermera y la paciente son una misma persona confrontando sus personalidades, y luego están los que piensan que la narración es más lineal y que se produce una fuerte absorción de caracteres por parte de la personalidad más "blanda" (la de la enfermera) hacia la más fuerte (la de la paciente)...
P A R A D I G M Á T I C A.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El rollo de película de una bovina es manipulado...las luces, el flash de la cámara...un niño que no concilia el sueño una vez despertado...un carnero degollado...unas manos en pleno proceso de crucifixión...el bonzo ardiendo...la araña difusa...la extraña uña répidamente reconvertida en pene erecto...un niño acariciando el rostro de su madre a través de una pantalla...
La enfermera de 25 años, Alma (Bibi Andersson), entra en el despacho de la doctora (Margaretha Krook). Ésta le pone en antecedentes respecto a la paciente, la actriz Elisabeth Vogler(Liv Ullmann)...
Desde hace tres meses yace postrada en cama del hospital pues en aquel entonces y mientras estaba representando el personaje de Electra de las narraciones homéricas, se quedó subitamente y por decisión propia, sin habla...
Tras varios reconocimientos médicos la conclusión es única; no sufre ninguna perturbación paranoica...está completamente sana...
La doctora presta su casa de mar a la paciente y su enfermera para el proceso de recuperación...
El verano ha llegado a su fin. Alma, decide ante la voluntaria mudez de la enferma, dar rienda suelta a su verborrea y cuenta sin tapujos su vida e inquietudes, a la paciente felizmente receptiva y tierna...
Alma cuenta una vez su morboso episodio de infidelidad con su marido Karl Henrik...en una playa con una amiga y dos jovencitos...
Un día, mientras Alma baja al pueblo a llevar la correspondencia descubre una carta de Elisabeth dirigida a la doctora donde le cuenta la anécdota de la infidelidad de Alma...Ésta se mosquea...
A partir de aquí la relación entre ellas se tensa...Alma descubre la causa del fracaso matrimonial de Elisabeth...su escaso instinto maternal...
Confusión...abismo...reflexión...escenas de una memoria...reconciliación??...unificación??...
La enfermera de 25 años, Alma (Bibi Andersson), entra en el despacho de la doctora (Margaretha Krook). Ésta le pone en antecedentes respecto a la paciente, la actriz Elisabeth Vogler(Liv Ullmann)...
Desde hace tres meses yace postrada en cama del hospital pues en aquel entonces y mientras estaba representando el personaje de Electra de las narraciones homéricas, se quedó subitamente y por decisión propia, sin habla...
Tras varios reconocimientos médicos la conclusión es única; no sufre ninguna perturbación paranoica...está completamente sana...
La doctora presta su casa de mar a la paciente y su enfermera para el proceso de recuperación...
El verano ha llegado a su fin. Alma, decide ante la voluntaria mudez de la enferma, dar rienda suelta a su verborrea y cuenta sin tapujos su vida e inquietudes, a la paciente felizmente receptiva y tierna...
Alma cuenta una vez su morboso episodio de infidelidad con su marido Karl Henrik...en una playa con una amiga y dos jovencitos...
Un día, mientras Alma baja al pueblo a llevar la correspondencia descubre una carta de Elisabeth dirigida a la doctora donde le cuenta la anécdota de la infidelidad de Alma...Ésta se mosquea...
A partir de aquí la relación entre ellas se tensa...Alma descubre la causa del fracaso matrimonial de Elisabeth...su escaso instinto maternal...
Confusión...abismo...reflexión...escenas de una memoria...reconciliación??...unificación??...