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Voto de burton:
10
7,2
87.588
Drama
Ambientada en Marruecos, Túnez, México y Japón. Armados con un Winchester, dos muchachos marroquíes salen en busca del rebaño de cabras de la familia. En medio del silencio del desierto, deciden probar el rifle, sin conocer el alcance de la bala. En un instante, entran en colisión las vidas de cuatro grupos de personas que viven en tres continentes distintos. (FILMAFFINITY)
3 de enero de 2007
11 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
El brillante cineasta azteca de "21 gramos" y "Amores perros", sublime esteta de retratos al natural, brillante narrador del sentimiento del desarraigo, poeta melancólico de la imagen difusa, y sensacional exégeta del sonido desgarrador y profundo así como maestro indiscutible de la sincronización de historias en diferentes dimensiones espacio-tiempo, vuelve con esta maravillosa obra de reminiscencias bíblicas sobre la alegoría de la Torre de Babel.
El pecado del orgullo de los descendientes de Noé tuvo su origen en aquel propósito perfectamente descrito con aquellas palabras, ""hagámonos un nombre", unidos al margen de Dios.
Así se gestó el plan divino para la diversificación de las razas cuando según se nos narra en el Génesis bíblico, en la antigua ciudad de Babilonia yacía erguida la famosa torre de Babel, integrada por la humanidad al completo con el objeto de tocar el cielo...el hombre se separó de Dios y consecuentemente vino el castigo de la confusión a través de la distintas lenguas.
Esta alegoría bíblica sobre el pecado de la soberbia y la autosuficiencia personal al margen de Dios y de la religión, la encontró Iñárritu oportuna como título para su última obra a escasos días del estreno de la misma.
Según el cineasta azteca se quería poner de manifiesto cómo podemos trasladar lo macro en lo micro, y sobre todo cómo la única cosa capaz de volver a hacernos enteder son las desgracias, en cualquier parte y en cualquier momento.
Historias aparentemente aisladas en sitios y momentos concretos desencadenan un efecto mariposa capaz de provocar elementos colaterales en diferentes lugares. Lo mismo que ocurrió en sus dos anteriores obras.
La cámara del sabio cineasta mexicano describe con sordidez recalcitrante y sobria elegancia la tragedia de la vida y sus efectos colaterales, demostrándonos que pese a las evidentes distancias siderales interculturales, existe un elemento que actúa de nexo de unión; la desgracia.
Sabiamente fotografiada por el opaco visor de la cámara del habitual de Iñárritu, Rodrigo Prieto escenificando el conjunto con una imagen arenosa y pedregosa de un realismo dramático ensordecedor, y espectacularmente ambientada a cargo de su otro habitual Gustavo Santaolalla.
El resultado final es de un ritmo cadencioso y de una belleza plástica y poética comparable a obras de ascendencia oriental de la solera de Kurosawa ó del más reciente Wong Kar-Wai, y lejanamente evocadoras de los trabajos del Malick más divino.
Tres historias que no paran de entrecruzarse a lo largo de la trilogía, para llegar al punto unificador de intersección que dé sentido al conjunto.
Arrebatadora, profunda, fascinante, sorprendente, poéticamente desesperanzadora.
Es Iñárritu en toda su extensión, es arte en una palabra.
F A S C I N A N T E Y B R U T A L.
El pecado del orgullo de los descendientes de Noé tuvo su origen en aquel propósito perfectamente descrito con aquellas palabras, ""hagámonos un nombre", unidos al margen de Dios.
Así se gestó el plan divino para la diversificación de las razas cuando según se nos narra en el Génesis bíblico, en la antigua ciudad de Babilonia yacía erguida la famosa torre de Babel, integrada por la humanidad al completo con el objeto de tocar el cielo...el hombre se separó de Dios y consecuentemente vino el castigo de la confusión a través de la distintas lenguas.
Esta alegoría bíblica sobre el pecado de la soberbia y la autosuficiencia personal al margen de Dios y de la religión, la encontró Iñárritu oportuna como título para su última obra a escasos días del estreno de la misma.
Según el cineasta azteca se quería poner de manifiesto cómo podemos trasladar lo macro en lo micro, y sobre todo cómo la única cosa capaz de volver a hacernos enteder son las desgracias, en cualquier parte y en cualquier momento.
Historias aparentemente aisladas en sitios y momentos concretos desencadenan un efecto mariposa capaz de provocar elementos colaterales en diferentes lugares. Lo mismo que ocurrió en sus dos anteriores obras.
La cámara del sabio cineasta mexicano describe con sordidez recalcitrante y sobria elegancia la tragedia de la vida y sus efectos colaterales, demostrándonos que pese a las evidentes distancias siderales interculturales, existe un elemento que actúa de nexo de unión; la desgracia.
Sabiamente fotografiada por el opaco visor de la cámara del habitual de Iñárritu, Rodrigo Prieto escenificando el conjunto con una imagen arenosa y pedregosa de un realismo dramático ensordecedor, y espectacularmente ambientada a cargo de su otro habitual Gustavo Santaolalla.
El resultado final es de un ritmo cadencioso y de una belleza plástica y poética comparable a obras de ascendencia oriental de la solera de Kurosawa ó del más reciente Wong Kar-Wai, y lejanamente evocadoras de los trabajos del Malick más divino.
Tres historias que no paran de entrecruzarse a lo largo de la trilogía, para llegar al punto unificador de intersección que dé sentido al conjunto.
Arrebatadora, profunda, fascinante, sorprendente, poéticamente desesperanzadora.
Es Iñárritu en toda su extensión, es arte en una palabra.
F A S C I N A N T E Y B R U T A L.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Hassan, un trashumante camina por las montañas del Anti Atlas en territorio marroquí, ante el majestuoso paraje dejado a sus espaldas...de repente llama a la puerta de la familia de su amigo Abdullah, padre de familia con tres hijos; el primogénito Ahmed, la pequeña Zohra y el benjamín Yussef.
Hassan le vende por 500 dirhams y un cabrito un fusil que un cazador japonés, amigo suyo le regaló hacía pocos días. Abdullah estima oportuno entregárselo a sus dos hijos para que hagan frente con él a la amenaza de los chacales.
Por los alrededores viaja un autobús turístico con dos ciudadanos norteamericanos a bordo; Richard Jones (Brad Pitt), un pintor de San Diego de viaje por aquellos lares con su esposa Susan (Cate Blanchett), tal vez con la intención de limar su reciente crisis de pareja motivada por la dolorosa pérdida de un hijo.
Jugando con el fusil, los dos hermanos prueban el verdadero alcance del mismo apuntando al autobús de pasajeros donde en esos momentos viajaban el matrimonio Jones. Uno de los disparos alcanza de gravedad en el omóplato de Susan... con la colaboración de un árabe se dirigen a recibir los primeros auxilios a la vecina ciudad de Tazarine, ante la incomprensible impaciencia del resto de turistas.
El conflicto es tomado en Marruecos como un simple accidente, mientras que en el resto del mundo lo toman como un atentado.
Mientras, la policía marroquí busca a los culpables.
En Tokyo un equipo femenino de sordomudas de voleibol pierde por la intemperancia de una de sus jugadoras, Chieko (Rinko Kikuchi), que es expulsada por conducta reprobable con el árbitro. Su padre, un empresario japonés y aficionado cazador le acompaña de vuelta a casa.
Cheiko desde la muerte por suicidio de su madre sufre de falta de cariño y acostumbra a mostrar un carácter amargado y resentido que sus amigas achacan a la falta de sexo. De ahí que veamos a Cheiko flirtear con todos los hombres que se la pongan en el camino; dentista, primo de una amiga ó policía.
En San Diego, Amelia (Adriana Barraza) la nana al cuidado de los hijos de Richard y Susan reciben una llamada del propio Richard para decir que Susan se está recuperando.
Amelia tiene justo ese día la fiesta de matrimonio de su hijo en Valle Guadalupe, México, y como Richard no encuentra sustituta esa noche para cuidar de sus hijos le pide que se quede.
Pero Amelia "huye" a México en compañía de su sobrino Santiago (Gael García Bernal) y los dos niños...y de madrugada y con Santiago aún ebrio vuelta a San Diego.
En la frontera un policía se pone impertinente con Santiago. Este pone pies en polvorosa, y de noche abandona a su tía y los niños. A resultas de lo cual la declaran ilegal y le deportan a México.
En Marruecos, Abdullah y sus dos hijos son perseguidos brutalmente por la poli y el primogénito es asesinado de un tiro.
En Japón el padre de Cheiko, que vendiera aquel fatídico fusil a Hassan, llega a casa y ve a su hija desnuda y desolada en el balcón.
Hassan le vende por 500 dirhams y un cabrito un fusil que un cazador japonés, amigo suyo le regaló hacía pocos días. Abdullah estima oportuno entregárselo a sus dos hijos para que hagan frente con él a la amenaza de los chacales.
Por los alrededores viaja un autobús turístico con dos ciudadanos norteamericanos a bordo; Richard Jones (Brad Pitt), un pintor de San Diego de viaje por aquellos lares con su esposa Susan (Cate Blanchett), tal vez con la intención de limar su reciente crisis de pareja motivada por la dolorosa pérdida de un hijo.
Jugando con el fusil, los dos hermanos prueban el verdadero alcance del mismo apuntando al autobús de pasajeros donde en esos momentos viajaban el matrimonio Jones. Uno de los disparos alcanza de gravedad en el omóplato de Susan... con la colaboración de un árabe se dirigen a recibir los primeros auxilios a la vecina ciudad de Tazarine, ante la incomprensible impaciencia del resto de turistas.
El conflicto es tomado en Marruecos como un simple accidente, mientras que en el resto del mundo lo toman como un atentado.
Mientras, la policía marroquí busca a los culpables.
En Tokyo un equipo femenino de sordomudas de voleibol pierde por la intemperancia de una de sus jugadoras, Chieko (Rinko Kikuchi), que es expulsada por conducta reprobable con el árbitro. Su padre, un empresario japonés y aficionado cazador le acompaña de vuelta a casa.
Cheiko desde la muerte por suicidio de su madre sufre de falta de cariño y acostumbra a mostrar un carácter amargado y resentido que sus amigas achacan a la falta de sexo. De ahí que veamos a Cheiko flirtear con todos los hombres que se la pongan en el camino; dentista, primo de una amiga ó policía.
En San Diego, Amelia (Adriana Barraza) la nana al cuidado de los hijos de Richard y Susan reciben una llamada del propio Richard para decir que Susan se está recuperando.
Amelia tiene justo ese día la fiesta de matrimonio de su hijo en Valle Guadalupe, México, y como Richard no encuentra sustituta esa noche para cuidar de sus hijos le pide que se quede.
Pero Amelia "huye" a México en compañía de su sobrino Santiago (Gael García Bernal) y los dos niños...y de madrugada y con Santiago aún ebrio vuelta a San Diego.
En la frontera un policía se pone impertinente con Santiago. Este pone pies en polvorosa, y de noche abandona a su tía y los niños. A resultas de lo cual la declaran ilegal y le deportan a México.
En Marruecos, Abdullah y sus dos hijos son perseguidos brutalmente por la poli y el primogénito es asesinado de un tiro.
En Japón el padre de Cheiko, que vendiera aquel fatídico fusil a Hassan, llega a casa y ve a su hija desnuda y desolada en el balcón.