El combate entre estos monstruos de la ciencia ficción, Alien y Predator, no tiene color: el primero le da mil vueltas. Por lo menos, en su plasmación cinematográfica. Así que el que siente en el sillón de casa pensando en ver algo parecido a "Aliens" (1986) lo tiene claro por más que John McTiernan se inspire en este extraterrestre por un lado y en Rambo, como personaje, en el otro. No obstante, con una sencilla trama que es poco más que un McGuffin, nos sale una aventura selvática con muchos tiros y una recta final salvaje, con reminiscencias lejanas a "Apocalipsis Now" (1979).

La película tiene unos efectos especiales, una banda sonora y una ambientación centroamericana, para ser exactos, mexicana, muy destacables. En este sentido, hay muchas anécdotas del rodaje, que fue complicado, pero quizá lo más llamativo es que Predator iba a ser interpretado ni más ni menos que por Van Damme. Esto es así pero también que hay algunas cosas que son flojas desde las actuaciones a los diálogos pasando por agujeros que no se explican, ¿qué hace ese bicho en la jungla? En todo caso, tiene encanto y es vistosa. Un éxito de taquilla de 1987, ya clásico.