Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Reaccionario:
3
Drama. Romance Es 1953, Kilian abandona la montaña oscense para emprender con su hermano un viaje a Fernando Poo, una antigua colonia española en Guinea Ecuatorial. Allí les espera su padre, en la finca Sampaka, donde cultiva uno de los mejores cacaos del mundo. En la colonia descubrirán que la vida social es más placentera que en la encorsetada y gris España, vivirán los contrastes entre colonos y nativos y conocerán el significado de la amistad, la ... [+]
12 de septiembre de 2016
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Especie de superproducción nacional, basada en la novela homónima de Luz Gabás, que también fue un best seller. Para ser sinceros sabía que no me iba a gustar a pesar de contar con cuatro elementos que me resultan bastante atractivos: actrices españolas de cierta belleza, ser un drama de época, ambientarse en el franquismo y tocar el colonialismo. El motivo es el enfoque progre tercermundista, además de anacrónico y falso, de lo que fue la Guinea Española. Es decir, se nota una barbaridad que estamos ante una historia y unos personajes que no pertenecen a los años 50 sino al 2010 y adelante o incluso que directamente no son existen porque sus vueltas y giros los convierten en una nueva colección de tontos que hacen cosas que no entiendo bien. Por ejemplo, que los protagonistas se enamoren de una forma tan profunda a pesar de haberse visto dos o tres veces a lo largo de varios años, y sin que apenas se hayan cruzado la palabra. Tampoco el pretexto para mantenerlos separados a la fuerza durante más de cuarenta años.

De todos modos he de reconocer que aunque "Palmeras en la nieve" patina de lo lindo en el retrato social no es tan sectaria como imaginaba. Después de todo, no todos los blancos son despreciables, explotadores y viciosos ni todos los negros completamente bondadosos, aunque esta es la regla básica del relato. De todos modos la película como tiene la obligación de criticar el colonialismo da una imagen irreal o tendenciosa de la Guinea Española. Por ejemplo, los castigos físicos a los nativos estaban prohibidos por ley y las relaciones o matrimonios interraciales perfectamente admitidos. En realidad, el régimen de Franco mimaba a esta posesión africana, por razones humanitarias y propagandísticas, de tal modo que la convirtió en un modelo de administración, con altísimas tasas en educación, niveles de renta y sanidad, a la cabeza del continente pero incluso por encima de la media española. Nada de esto, por supuesto, sale en esta especie de plantación-presidio gigante que se supone que era la colonia, según estos señores.

Bien y ahora vayamos con el reparto. Mario Casas me cae bien pero sigue teniendo graves problemas de vocalización. En realidad éste es un problema genérico en la película, no sé si por un deficiente sonido o porque es la tendencia en el cine español, salvo algunas honrosas excepciones. Exacto, a Emilio Gutiérrez Caba se le entiende todo. De hecho, la he tenido que ver subtitulada para no perderme. Pero seguimos con el vistoso casting femenino. Adriana Ugarte está metida a la fuerza en una trama en la que realmente no participa. Berta Vázquez se luce como indígena pero su personaje es demasiado etéreo como para sacarle sustancia. En cambio Macarena García está espléndida con su Julia, la chica más interesante, mejor y más bonita de toda la colonia. Por último mi querida Laia Costa a la que le dan menos de cuatro miseros minutos en pantalla: ni tres al principio y ni uno al final, más de la mitad de ese tiempo fuera de plano o llorando. Hombre, eso no se me/le hace. Tenían que haber ido las dos primas a Guinea.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow