Salvo una escena en el hospital que consigue sorprenderte un poco, el resto de la película es tan malo que parece difícil encontrarle el calificativo más idóneo: mala, cutre, penosa, lamentable. Lo peor es que intenta ser sorprendente pero lo que resulta es totalmente aburrida, previsible, sin ningún tipo de virtud. Nada te asusta, no hay siquiera tensión. Los zombies, por ejemplo, son sencillamente patéticos. Encima las reflexiones de la chica o los diálogos son de escasísimo valor.

Al final "El diario de los muertos" se reduce a un grupo de estudiantes con una torta encima impresionante que no paran de hacer tontadas, que no se toman en serio lo que está pasando, que les da igual que vayan muriendo los que están a su lado y que simplemente van de un lado para otro con el único objetivo de ocupar los 95 minutos de la cinta con lo que sea. En fin, cualquier parecido con "El amanecer de los muertos" o "28 días después" es pura coincidencia.

Como me aburría como una ostra viéndola empecé a darle vueltas a una historia de zombies con mucha más gracia que esta. Cogemos a Ana de Armas, Blancas Suárez, Andrea Duro y a Nazaret Aracil y las metemos en la misma caravana con cuatro o cinco chicos (vosotras podéis elegir quienes queréis que salga). Podemos decir que son animadoras y ellos jugadores y que van a un partido. Y mientras van por la carretera empiezan a salir zombis. Admito que puede ser cutre pero si se hace con gracia, en plano comedia terrorífica estoy seguro de que nos lo pasaríamos mucho mejor. Venga los zombies detrás de ellas, venga correr de un lado a otro, venga chillar, venga esconderse, venga pegarles mamporros en la cabeza para matarlos (SPOILER). ¡Y qué diálogos habría! ¡Y qué estrés! ¡Y que emoción! ¿No? Bueno, al menos, más que en esta "El diario de los muertos".