A Shyamalan le gusta mucho jugar con el espectador, pero en lo que en otras ocasiones tiene un pase aquí se vuelve completamente ridículo. Y hablando de ridículo, las secuencias de "peligro" a cámara lenta. En cualquier caso, el error más grave de "El bosque" es que es completamente inverosímil, desde el comportamiento de los personajes, que han quedan como bobos y unos gallinas, hasta la hazaña de la ciega pasando por una infinidad de detalles que causan bochorno. Por ejemplo, ¿de dónde sale tanta gente de tantas edades? Como hay más de un misterio y no vale destriparlo sólo añadiré que esta comunidad rural de 1897 no se la cree nadie. Por cierto, mucho más bonita la moda de esa época que la de 1924. Pero a lo que iba. Para tal fin, había dos posibilidades claras. Una, retrotraerla a finales del siglo XVI o inicios del XVII, a una época más oscura que combinase el atraso técnico con altas dosis de celo religioso, miedo al diablo y psicosis brujeril. O bien, comenzar un poco después de establecerse, con los hijos de los fundadores apenas unos niños.

El caso es que "El bosque" tiene varias lecturas, podría ser incluso un alegato encubierto a la eugenesia, pero en todas ellas sale muy perjudicada. En general, pretende ser una fábula sobre cómo el miedo permite mantener controladas a las personas o si se quiere, protegidas frente a unos males mayores. Esto último lo digo porque no veo que haya una condena de este consejo de ancianos, sino cierta benevolencia por intentar construir una utopía, me temo que con tintes comunistas, por ejemplo, no hay dinero. Pero es que no sólo falla en recrear esta emoción, pues este miedo es de pacotilla, vamos que no asusta a nadie, sino en retratar la naturaleza humana. Pensar, por ejemplo, que teniendo una ciudad al lado nadie va a ir a visitarla en años, incluso atreverse a cruzar el bosque, es de simples. Antiguamente la gente creía en seres monstruosos como los espantos, los vampiros o los hombres lobo pero eso no les impedía hacer su vida con normalidad. O que para mantener ese control es necesario recurrir al terror de verdad, propio de los totalitarismos, que al parecer a Shyamalan ni le suenan. En fin, que se merece la parodia-mofa que se le hizo en "Scary Movie 4" (2006).