Si la primera de 1991 era la buena y en realidad, flojeaba de lo lindo, no os quiero decir qué se puede esperar de su continuación si la mayoría afirma que es peor. Efectivamente lo es pero tampoco demasiado porque el listón ya estaba tan bajo que la diferencia no es excesiva. La ventaja de la original también se materializó en la taquilla al recaudar más de 181 millones de dólares mientras que su continuación se tuvo que conformar con cerca de 134. Sea como fuere, entiendo que el sentido del humor es relativo y personal pero por mi parte no le encuentro la gracia a este desfile de paridas interminables e imitaciones sin cuento. Sólo un par de veces ha conseguido hacerme reír algo, una vez el presidente Benson (Lloyd Bridges, puede que lo menos malo de esta franquicia) y otra, en la secuencia del combate fluvial.

Si en la primera se parodiaba principalmente a "Top Gun" (1986) aquí es el turno de "Rambo II" (1985) y "Rambo III" (1988). Sin embargo, la cosa no termina aquí ya que las referencias a éxitos recientes o antiguos son muy abundantes. Así a bote pronto podemos citar: "KickBoxer" (1989), "El mago de Oz" (1939), "Instinto Básico" (1992), "La Dama y el Vagabundo" (1955), "Casablanca" (1942), "No hay salida" (1987), "Apocalipse Now" (1979), "Star Wars" (1977, 1980 y 1983), "Terminator 2" (1991) y seguro que hay alguna más por ahí, aunque tal vez no tan claras. De todos modos, tanto guiño no se traduce en risas sino en cansancio. La misión de nuestros héroes es rescatar unos prisioneros americanos de Sadam Hussein, otra vez como malo oficial, pero me temo que al que hay que salvar es al humor. Comedia muy mala.