Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Reaccionario:
3
Drama Acusado del asesinato de su mujer, Andrew Dufresne (Tim Robbins), tras ser condenado a cadena perpetua, es enviado a la cárcel de Shawshank. Con el paso de los años conseguirá ganarse la confianza del director del centro y el respeto de sus compañeros de prisión, especialmente de Red (Morgan Freeman), el jefe de la mafia de los sobornos. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2014
94 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una teoría que circula por ahí según la cual a uno le gusta lo que vio de niño/joven. Pues no es cierta, ya que cuando, por ejemplo, me acerqué en su momento a la "flamante" "Cadena Perpetua" me pareció tan mala como ahora. Bueno, hoy me ha resultado peor. La película es un despropósito tan patético, que la equiparé a "La Milla Verde" (1999), otra que tal baila. Como no, si son de este mismo director, abonado desde sus inicios a la cursilería más ingenua. Observad que en esta cárcel, y eso que está poblada de tipos condenados a cadena perpetua, que algo malo habrán hecho para estar allí, no hay drogas, ni peleas, ni matones, ni abusos sexuales, bueno sí, un poquito al principio. Por no haber, no hay ni visitas de familiares o abogados. Qué buen rollo entre presos. Salvo por lo otro, sería Jauja sino fuera por la presencia de los guardias y alcaides "fascistas", que no podían faltar. La verdad que nada más empezar se nota que la película carece de cualquier sombra de realismo, cosa normal, si sabemos que se ha hecho a partir de una novela corta de Stephen King. Es una trola al completo, por supuesto, con su risible emulación de "La fuga de Alcatraz" (1979).

He aquí el momento histórico en el que con trabajos así de tontos, el cerebro occidental empieza a derretirse con bobadas modernas y progres que suponen una inversión no sólo de los valores sino de las conciencias. El malo es el policía, el bueno el, por ejemplo, asesino y violador, pobrecito él. Autoayuda, voluntarismo, pensamiento Alicia y complacencia con uno mismo forman ingredientes que luego se han repetido docenas de veces. Por ejemplo, este tipo, Andy Dufresne (Tim Robbins), frío y tranquilo, en realidad es un palo al que le da igual todo, estar dentro o fuera, apático y gris. No tiene ni palabras, ni ideas, ni gestos, ni nada. Puede mandar cartas para pedir libros para la biblioteca pero no para revisar su caso. Una cervecita al fresco o un disco de Mozart no es sustituto de nada al no ser que lo único que esperemos en la vida es dejarnos llevar. La reflexión carcelaria, junto a la recta final, está bien pero nadie de los presentes piensa ni por un instante, bueno unos segundos para cumplir, en el delito cometido, en la culpa. Los presos, sí, pero también las víctimas, que en "Cadena perpetua" no tienen nombre, ni cara. La mejor película según IMDB y la 11º en esta página. Para llorar.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow