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Voto de Bélica:
51.990
Animación. Fantástico. Terror
Basada en una novela de Neil Gaiman, narra la historia de una niña que, al atravesar una pared de su casa, encuentra una versión mejorada de su vida: sus padres son más considerados con ella, pero la las sensaciones maravillosas darán paso al miedo y a la angustia. (FILMAFFINITY)
12 de mayo de 2010
18 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
AVISO: No cuento nada trascendental de la película, pero si no la has visto mejor no la leas por si las moscas.
Está increíblemente bien hecha, consigue introducirnos en el mundo de Coraline desde el primer minuto, el gato mola, y el pelo de la niña también; peeero:
¡¿Que es para niños?! Yo no llevaría a mi hijo a ver esto ni loca. Lo primero porque no tengo, y lo segundo porque sé que tendría pesadillas hasta que empezase la pubertad por lo menos.
Creo que ya he conseguido reunir las tres películas que nunca dejaré ver a ningún niño para que no tenga ningún tipo de trastorno infantil: “Los mundos de Coraline”, “Alicia en el país de las maravillas” (1951) y “Bambi” (ésta es la película más cruel que ha hecho Disney en su vida…por su culpa yo tengo la cabeza hecha una mierda).
Todo en el mundo Coraline da miedo:
- El padre: Mutación hasta convertirse en calabaza y hablando como un robot. Aunque éste también da miedo en el mundo real…con su cabeza morada; que debe ser de las drogas o yo qué sé.
- La madre: ¡Pero qué es eso! Una araña de la hostia.
- El amigo: La cabeza está a la altura del torso. Posición totalmente imposible para el cuerpo. Y como no es posible, da miedo. Joder, que le cosen la boca para que esté siempre sonriendo.
- Las vecinas que coleccionan perros disecados. Y les ponen alitas de angelito y todo. Qué majas ellas, y qué gordas y feas. Menos mal que al final los perros vampiros… ya sabéis.
- El vecino de arriba. Con pelillos en los hombros y espatarrándose delante de la niña. Monta un circo con ratas. Encantador vamos.
- Y el jardín está de lo más acogedor con todas esas plantas que intentan comerte…
Pero bueno, el momento cumbre de la película es cuando le dicen que si se quiere quedar le tienen que coser unos botones en los ojos… ¡En los ojos! ¡Dios santo! Nunca me gustaron los muñecos de trapo con botones en los ojos. Me parecen de lo más tétrico.
Espero que haya quedado claro que lo que quiero decir es que la película NO es para niños. Por lo demás…genial. Yo no pienso volver a verla nunca jamás.
Está increíblemente bien hecha, consigue introducirnos en el mundo de Coraline desde el primer minuto, el gato mola, y el pelo de la niña también; peeero:
¡¿Que es para niños?! Yo no llevaría a mi hijo a ver esto ni loca. Lo primero porque no tengo, y lo segundo porque sé que tendría pesadillas hasta que empezase la pubertad por lo menos.
Creo que ya he conseguido reunir las tres películas que nunca dejaré ver a ningún niño para que no tenga ningún tipo de trastorno infantil: “Los mundos de Coraline”, “Alicia en el país de las maravillas” (1951) y “Bambi” (ésta es la película más cruel que ha hecho Disney en su vida…por su culpa yo tengo la cabeza hecha una mierda).
Todo en el mundo Coraline da miedo:
- El padre: Mutación hasta convertirse en calabaza y hablando como un robot. Aunque éste también da miedo en el mundo real…con su cabeza morada; que debe ser de las drogas o yo qué sé.
- La madre: ¡Pero qué es eso! Una araña de la hostia.
- El amigo: La cabeza está a la altura del torso. Posición totalmente imposible para el cuerpo. Y como no es posible, da miedo. Joder, que le cosen la boca para que esté siempre sonriendo.
- Las vecinas que coleccionan perros disecados. Y les ponen alitas de angelito y todo. Qué majas ellas, y qué gordas y feas. Menos mal que al final los perros vampiros… ya sabéis.
- El vecino de arriba. Con pelillos en los hombros y espatarrándose delante de la niña. Monta un circo con ratas. Encantador vamos.
- Y el jardín está de lo más acogedor con todas esas plantas que intentan comerte…
Pero bueno, el momento cumbre de la película es cuando le dicen que si se quiere quedar le tienen que coser unos botones en los ojos… ¡En los ojos! ¡Dios santo! Nunca me gustaron los muñecos de trapo con botones en los ojos. Me parecen de lo más tétrico.
Espero que haya quedado claro que lo que quiero decir es que la película NO es para niños. Por lo demás…genial. Yo no pienso volver a verla nunca jamás.
