Destaco de Porco Rosso dos cosas fundamentales, la capacidad de Miyazaki de hacer personajes memorables, porque si algo tiene este filme es un personaje protagonista lleno de carisma, simpatía y personalidad, al punto de que no nos interesa mucho entender por qué en un mundo de humanos hay un cerdo aviador, aunque en la sub historia de la propuesta esto está manejado de manera aceptable, eso tiene el genio de Hayao, dibujar sus personajes no solo con personalidad si no con una sub historia profunda, casi siempre maquillada o dibujada sobre un aura de fantasía y cosas que no parecen tener sentido pero solo pasan. Lo segundo a destacar y es obvio en el filme, es el amor del director hacia los aviones, para Hayao el paraíso es una estela de aviones infinita ordenados a volar en cielo azul ( sin duda la secuencia más bella del filme). Hay subtextos repetidos y accesorios argumentales siempre validos como el empoderamiento a la mujer, la guerra (en concreto el facismo de Musolinni) y el cine. Debo confesar que al inicio me costó entender el contexto y ver de qué iba la historia, siento que no es un filme tan completo a la hora de aterrizar su conflicto, pero para nada es un filme malo, Miyazaki no sabe hacer cine malo, es solo que tiene algunas otras estrellas más altas. Los 30 minutos finales son fabulosos y la resolución a modo de mito con algo que pasa al personaje principal me parece un cierre perfecto. Los colores, la animación y banda sonora un completo deleite.

Y sí Hayao, yo también prefiero ser un cerdo antes que facista.