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Argentina Argentina · Mar del Plata
Voto de klinki:
10
Drama. Comedia Archibaldo de la Cruz ha visto en su infancia morir a su institutriz, alcanzada por una bala perdida, mientras él se escondía en el ropero de su madre. Ya adulto, la muerte de varias mujeres cercanas a él hacen que Archibaldo crea que es un asesino. Su único argumento es que él deseó todas esas muertes y que las mujeres terminaron siendo asesinadas. Interrogado por un juez, Archibaldo desvela su vida y las razones por las que piensa que ... [+]
16 de octubre de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta extraño que aun los de­tractores más acérrimos de una obra de arte se vean compelidos a alabarla, tal como ocurre con Ensayo de un crimen. Me parece el galardón más alto que un artista pueda conquistar. Es la prerro­gativa de los genios. ¡Y vaya si Buñuel lo era! Un maño universal que produjo una obra maestra tras otra desde el mismísimo instante en que decidió hacer cine hasta el último día de su vida.
Aquí estamos frente a uno de los trabajos más simples, formalmente ha­blando, del iluminado de Calanda. Sin embargo, sus intrincadas derivaciones psicológicas hacen que su digestión sea compleja. En lo que a mí respecta, cada vez que la veo no paro de reírme de principio a fin. Pero reír es lo mío. Voy a centrarme en la consigna del reto, la boda de Archibaldo con Car­lota. Ingresamos a la iglesia, nos vamos desplazando entre la numerosa concu­rrencia hacia el altar. Delante de noso­tros un cura bajito y calvo se sienta junto a un militar. Enseguida se les une un co­misario de policía. El trío, a expensas del sacerdote, conversa animadamente. El policía confiesa que se ha conmovido al punto de saltarle alguna lágrima al ha­ber presenciado, pocos minutos antes, una boda, un bautismo y una confirma­ción. El cura le responde: “Es que la pompa de la iglesia católica y, por qué no decirlo, el manto de poesía con que envuelve todos sus actos es algo único, excepcional. ¿Qué sentirían ustedes si esta fuera una boda civil por ejemplo, al­go prosaico, vulgar?”.
Desde el cine, una ficción, Buñuel nos invita a una ácida reflexión sobre esa otra ficción de la vida real producida por sus instituciones (Iglesia, Fuerzas Armadas, Policía), como si se trataran de estudios cinematográficos. Equipara los espectáculos para que nuestros ojos despierten y puedan operar un découpa­ge vital, la revolución de una cosa en otra. Como él mismo decía a propósito de la segmentación cinegráfica: “Lo que antes no era, ahora es”.

Del libro "100 días de cine", Igor Sergei Klinki, 2013
klinki
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