Robert Guédiguian, el Ken Loach francés, dirige esta película en la que se exploran temas tan interesantes como la precariedad laboral y la necesidad que lleva a la delincuencia. Todos los actores están soberbios en sus papeles y la historia es interesante de principio a fin, sin decaer en ningún momento. Más películas como esta son las que necesitamos, que reflejen los entresijos de la sociedad, que denuncien este mundo capitalista que hace que muchas vidas acaben en la cárcel sólo por sobrevivir. Y también la solidaridad entre los trabajadores, que no debería decaer nunca. Una película con un gran transfondo social que merece la pena ver.