El dúo formado por Juan José Campanella y Ricardo Darín empezó a mostrar lo que valía en ésta comedia romántica que busca la reconciliación con la vida.

En ésta película, Rafael (Darín) es el dueño de un restaurante en constante agobio y tensión por los asuntos de su local; pero la visita de su padre Nino (Héctor Alterio) y un ataque al corazón hará que su vida dé un giro de 180º.

Así empieza ésta película, con un tono realista, en la que Campanella retrata la vida de Rafael como una lucha constante (¿y qué vida no lo es?), pero la vida también tiene su lado bueno, y ésta película es una muestra de ello. Rafael empieza a ver la vida de otra manera tras su ataque al corazón y empieza un camino de reconciliación con su vida, empezando por ayudar a su padre a casarse por la iglesia con su compañera de toda la vida -y madre de Rafael- Norma (Norma Aleandro) y terminando por reconciliarse con su madre en una emotiva escena en la residencia.

Y es que ésta película sirve para ajustar cuentas y tomarse la vida con más calma y paz. Un bonito mensaje que sirve para todo el mundo y que hace a la película una gran obra, por su mensaje, sus interpretaciones, su humor (las bromas de Michael Jackson, Maradona o Gina Lollobrigida) y su realismo. Recomendable para cualquier cinéfilo y ser humano.

Nota real: la misma que en ésta web.