Hoy en día es difícil ser optimista sobre la humanidad. Oyes hablar a cualquier político, a cualquier periodista o a cualquier tertuliano y siempre piensas: ¿por qué hablan como si los que les escuchasen fuesen idiotas? ¿o es que ellos mismos son idiotas? ¿realmente se creen las idioteces que dicen? Te sientas a ver una comedia para olvidar ese pesimismo y...

Esta película podría haberla firmado cualquiera de esos políticos, periodistas o tertulianos.Ni una carcajada.Ni un atisbo de inteligencia. Una película como otras muchas para constatar que la humanidad va disparada hacia la extinción.