Siempre le he tenido mucho cariño a El señor de las bestias, se trata de una encantadora cinta de aventuras con una gran fotografía de John Alcott y rodada con mucho menos presupuesto que su coetánea Cónan el bárbaro. Pero con una imaginación desbordante, Don Coscarelli logró una entretenida película de espada y brujería destinada al público infantil aunque con algunos toques siniestros. Su éxito comercial propició varias secuelas tardías.

Un cachas Marc Singer interpreta al héroe del film, un tipo que tiene el don de comunicarse con los animales y manejarlos a su antojo. Durante su cruzada contra los asesinos que exterminaron a sus padres y a su pueblo conocerá a distintos personajes que le ayudarán a vengarse, entre ellos estarán, una belleza de hipnóticos ojos verdes como Tanya Roberts o el mítico John Amos de Raíces. Todos ellos y un singular grupo de bestias incluidos dos simpáticos hurones se enfrentarán a las maléficas fuerzas de Rip Torn y sus secuaces.