Estupenda producción bélica centrada en la vida de uno de los generales más brillantes del ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial. Patton fue un oficial atípico, riguroso, metódico, inteligente y bocazas. La composición del personaje que hace George C. Scott es perfecta, el Oscar se lo llevó de calle con toda justicia aunque se negara a recogerlo porque consideraba que dichos premios suponían una competición entre los actores algo que Scott aborrecía.

La película narra las hazañas del mítico general durante la invasión de Europa y su lucha encarnizada contra los nazis. Cuando le destinan a África después de que los estadounidenses sufrieran varias derrotas a manos de los alemanes, enseguida pone en orden a las tropas y las organiza para preparar la invasión de Europa. Su trabajo es brillante y sus batallas se cuentan por victorias sin embargo, su díscolo carácter e insubordinaciones le acarrean multitud de quebraderos de cabeza. En este sentido es famoso su rifirrafe con un soldado al que golpea en un hospital porque lo considera un cobarde. Sus superiores le obligan a retractarse y aunque Patton en un principio se disculpa vuelve a reafirmarse después en su opinión. Genio y figura.

El excelente guión de Francis Ford Coppola recompensado con un Oscar, incluye también otros aspectos curiosos de la personalidad de este genuino personaje, como por ejemplo sus ideas sobre cómo debían ser los uniformes de los soldados o la creencia de que era la reencarnación de famosos guerreros de la antigüedad. Célebres también son sus rivalidades con el general Montgomery en su carrera por reconquistar Europa. Patton también fue un excelente deportista y llegó a participar en una olimpiada, también es de sobra conocida su anima aversión hacia el comunismo, de hecho llegó a plantear que los aliados se unieran a los alemanes para combatir a los rusos. Fue un hombre temido y admirado por sus enemigos que tuvo un abrupto final al morir en un accidente de coche nada más finalizar la Segunda Guerra Mundial. En suma uno de esos carismáticos personajes cuya arrolladora personalidad supo reflejar muy bien tanto su protagonista como su documentado guión.

La película cuenta además con otros atractivos como la presencia del gran Karl Malden que interpreta al general Bradley colega de Patton. La curiosa música de Jerry Goldsmith y la magnífica dirección del siempre interesante Franklin J. Schaffner. El filme se rodó en España y fue la última superproducción que se rodó en nuestro país después de la gloriosa década de los sesenta. Destaca también el diseño de producción con Oscar incluido para nuestro Gil Parrondo que construyó los fabulosos y convincentes decorados de la película. Además también podemos disfrutar de espectaculares secuencias bélicas rodadas con gran despliegue de medios.